Las empresas deberían recurrir a solicitar concurso de acreedores como medio de hacer frente a sus problemas económicos y no para la liquidación de la sociedad. Solicitarlo es obligatorio por ley para aquellas empresas que atraviesen una situación de insolvencia o, que sospechen la posibilidad de entrar en un futuro inmediato.
En España, todavía pensamos que entrar en un concurso de acreedores es sinónimo de cierre de la empresa, ya es hora de cambiar la mentalidad y pensar en la necesidad de acudir a los despachos profesionales ante las primeras sospechas de insolvencia, para tratar de evitar la desaparición de la empresa, el cese de la actividad y todas las consecuencias negativas que trae consigo. La empresa o sociedad se pierde cuando se comienza la liquidación, no cuando se presenta el concurso. De ahí la importancia de ponernos en manos de profesionales expertos en la materia que nos asesoren y que, conscientes de nuestra precariedad económica, ofrezcan tarifas nada abusivas. Aquí http://www.concurso-de-acreedores-de-liquidacion.com/tarifas/
El gobierno ha cambiado la ley para que las empresas puedan mejorar su financiación, una medida más que positiva. Las modificaciones en materia legal, van a facilitar la detección inmediata de los problemas de endeudamiento de las empresas y les posibilitará una salida que evite el sobreendeudamiento.
La vigente ley concursal a diferencia de la anterior suspensión de pagos y la quiebra, se dirige a la insolvencia del momento o dicho de otra manera, cuando la empresa o persona física, no puede satisfacer sus obligaciones de pago apremiante, aunque cuente con activo suficiente.
Presentar un concurso de acreedores puede significar la salvación de muchas empresas. El empresario bajo el asesoramiento de profesionales especializados, puede utilizar todas las armas legales para superar su situación de insolvencia, antes de que se produzca una auténtica catástrofe para la empresa y para los administradores. Es de vital importancia, recurrir sin dilación a la solicitud de un concurso, cuando se cumple con todos los requisitos exigibles.
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