Las pérdidas auditivas afecta cada vez más a un mayor número de personas a causa, normalmente, de sus malos hábitos con respecto al oído, ya sea por estar expuestos a fuertes ruidos diariamente, escuchar la música muy alta…
El problema es que este tipo de enfermedades no perjudica sólo a la audición del individuo sino que interfiere negativamente en otros aspectos de sus vidas, por lo que es imprescindible acudir a un médico especializado en este sector para determinar, mediantes diversas pruebas, el estado de la salud auditiva del paciente.
La sordera es gradual, por lo que entre más tiempo pase en obtener un diagnóstico y buscarle la solución correspondiente peor será la gravedad de la carencia auditiva y más complejo será recuperar parte de esa audición.
Otras consecuencias de las pérdidas auditivas están relacionadas con aspectos sociales, pues la persona afectada, según algunos estudios demostrados por expertos en la materia, provoca inseguridad, haciendo que dicho individuo se encierra en sí mismo y se aisle socialmente, conllevando también problemas a la hora de concentrarse. Con respecto a los aspectos físicos, al padecer esta enfermedad se puede sufrir dolores de cabeza, mareos, cansancio o fatiga.
Por lo tanto es recomendable utilizar un audífono para mejorar tanto la audición de estas personas como su calidad de vida, ya que al recuperar la audición recuperan el bienestar que tenían antes de la sordera. Existen diversos aparatos auditivos, tanto analógicos como digitales, de modo que se adapten a las características y necesidades de cada persona con la intención de recuperar la audición en la medida de lo posible.
Antes de adquirir esta clase de dispositivos sería conveniente tratar el asunto con profesionales en la salud auditiva para conseguir los audífonos perfectos para esa situación en particular, además de resolver las dudas que surjan relacionados con este factor. |