Llevo tres meses con mi novia, tres meses maravillosos. Es normal, claro, estamos en ese estadio de la relación en el que todo es de color de rosa para nosotros y vomitivo para la gente de nuestro alrededor, que no quiere saber nada de nosotros cuando nos ve juntos. Cualquier tontería es emocionante: pasear cogidos de la mano, ir al cine, cocinar juntos, ver una película... Incluso discutir, aunque nunca hemos discutido en serio. Ahora, se aproxima otro evento interesante: su cumpleaños. Tengo claro que no voy a gastarme poco dinero en hacerle un regalo y en prepararle alguna sorpresa que requiera mi tiempo, sé que necesito hacerlo y quiero verla feliz.
Sin embargo, me ha asaltado una duda. Verán, a ella lo que le encantan son los relojes de diseño, porque es una mujer muy elegante que no tiene reparos en gastarse dinero en cosas de marca, cosa que a mí me encanta. Desde hace tiempo, y según me ha dicho, anda detrás de uno nuevo, y de ciertas marcas, y eso es lo que quiero regalarle yo. Sin embargo, si compro relojes Vacheron Constantin, ¿no me estaré pasando un poco? Es decir, todavía llevamos poco tiempo aunque nos vaya bien, y hacer regalos de semejante calibre es posible que la incomoden. Vamos, es un poco el equivalente a darle a la otra persona la llave del piso cuando ni siquiera llevas con ella seis meses.
La sensación es la misma si compro relojes Panerai, que me parecen más casuales, pero siguen siendo de diseño. Y bueno, ya ni les cuento lo que siento si compro relojes Rolex. Es que esos ya ni los contemplo. No sé, me lo pensaré bien; tal vez me decante por un regalo más sencillo que también le haga ilusión y reserve los relojes para Navidades. Espero que, para entonces, le siga interesando comprarse uno nuevo. |