Uno de mis mayores sueños es independizarme y poder compartir cada día con mi pareja, ya que vivimos bastante lejos el uno del otro, aunque en la misma ciudad de Barcelona, pero el tiempo que se invierte en el viaje y el dinero de la gasolina nos impide vernos mas a menudo, pudiendo disfrutar de su compañía solamente los fines de semana y días de fiesta.
Esta situación nos tiene un poco cansados, ya que son muchos los años que llevamos juntos y muchos también los años que llevamos planeando salir del ambiente familiar con la intención de crear nuestra propia familia, que ya va siendo hora, pero siempre que hemos intentado dar el paso surge alguna complicación que nos hace desistir la idea.
Ahora tampoco es el momento perfecto debido a la crisis y la falta de empleo con la que cuenta el país, pero afortunadamente estamos trabajando los dos aunque en mi caso sea algo temporal, pero no queremos seguir esperando, así que hemos decidido no pensarlo más y lanzarnos en busca de un piso de alquiler en Barcelona que nos permite llegar a final de mes sin problema.
Antes de empezar a visitar pisos en Barcelona sin ningún control, entramos en Internet y navegamos por diferentes espacios inmobiliarios con la intención de localizar una casa que se ajuste a nuestras necesidades, que con poco tenemos ya que hasta el momento sólo teníamos mi casa o la casa de mis suegros. Encontramos la vivienda perfecta para nosotros: un piso pequeño pero muy acogedor, con fantásticas vistas y, lo más importante, con la mejor compañía del mundo.
Estamos encantados con la casa, sobre todo con su precio, pues con un sólo sueldo podemos afrontar los gastos que requiere la independencia, cosa prácticamente imposible de mantener hace unos años donde los alquileres en Barcelona estaban por la nubes.
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