La tecnología ha avanzado tanto que ya casi no nos sorprende nada al respecto, pero es digno de admirar como se superan cada día más en esta materia, haciendo la vida de los usuarios y de las empresas mucho más fácil y cómoda, gracias a sus servicios y a la calidad de los mismos.
La computación en la nube, conocido popularmente con su nombre en inglés cloud computing, es la herramienta que recoge todas las aplicaciones comerciales en Internet, sin necesidad de estar instalando otros software ni otros programas para poder acceder a nuestros datos, siendo un usuario determinado o por medio de una empresa. En otras palabras (para entendernos mejor) es un sistema de almacenamiento de datos a través de diferentes servidores en Internet con el objetivo de poder localizarlos estando en cualquier parte y desde diversos dispositivos como la tablet, un ordenador portátil o desde algunos teléfonos móviles que permiten acceder a este tipo de sistemas.
Una de las mejores ventajas de utilizar este servicio es por el simple hecho de tener todo guardado en un mismo lugar, evitando de esta manera la instalación de varios software y el proceso de actualización de los programas que componen un ordenador además de aquellos programas con los que solemos trabajar. Estas dos acciones, instalar y actualizar, son unas tareas complicadas, aunque no lo parezca a simple vista, pues hay que tener en cuenta muchos detalles para no agregar al PC programas erróneos o virus y finalizar así con su buen funcionamiento.
Cada vez son más los usuarios de la nube, haciendo que el coste de la aplicación sea muy barata, además de poder ahorrar por otro lado, ya que al utilizar menos programas en nuestro ordenador tendremos que invertir menos dinero en el mantenimiento y en la reparación, en caso de que sea necesaria.
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