El niño a medida que crece requiere de ciertos controles médicos, aquí algunas recomendaciones:
¿Cuándo consultar?
La primera consulta de pediatría se recomienda que sea entre los cinco y seis días después del nacimiento.
Para bebés menores de seis meses el control se debe realizar una vez al mes.
Desde los siete meses al primer año de vida, es conveniente realizarlos cada dos meses.
Desde el primer año hasta el tercer año de vida, cada tres meses.
Bebé recién nacido: El bebé recién nacido desde su nacimiento requiere de controles periódicos con su pediatra, para tener un óptimo desarrollo y a su vez detectar a tiempo anormalidades, esto reduce riesgos a los que podría estar expuesto.
La mamá debe prestar atención a los sentidos y su correcto desarrollo, es decir: olfato, visión, tacto, oído, boca.
El olfato: Visitando a un especialista en otorrinolaringología si el bebé presenta rinitis recurrente. La rinitis es una enfermedad de toda la mucosidad de la nariz, se caracteriza por la obstrucción nasal, picazón, goteo y puede desarrollar causar otras enfermedades como asma o sinusitis.
Vista: Algunos padres ignoran si su bebé tiene buena visión. Por tal motivo se recomienda que el niño visite al especialista en ojos antes de cumplir los cinco años de edad, esa época coincide habitualmente con el inicio de su etapa escolar.
Tacto: La dermatitis atópica es la clásica alergia que se manifiesta en la piel y se produce al tener contacto con algún objeto como el metal o productos de higiene que contengan compuestos químicos fuertes para la piel del bebé.
Oídos: Aquí hay que prestar atención si notas que el niño escucha música o televisión a volúmenes más altos de los normales o tolerables o no responde tus llamados. Otro punto importante son los dolores constantes de oídos, picazón o presencia de frecuentes otitis, es aconsejable que el pediatra lo derive a un especialista en otorrino para una correcta evaluación y una audiometría.
Boca: La higiene es fundamental. La primera visita al odontólogo debe ser al primer año de vida, en este momento es ideal ya que el odontólogo revisará sus dientes de leche.
En adelante los controles deben realizarse una o dos veces al año.
Cuidado de los huesos: Los huesos y musculatura de los más pequeños debe vigilarse con cautela para prevenir cualquier anomalías y malformaciones como malas posturas de espalda, escoliosis, pié plano, daños por el peso de la mochila del colegio, incorrecta distribución del peso al pisar o practicar deportes, etc.
Estas condiciones pueden revertirse si se detectan y corrigen a tiempo, insiste a tu pediatra que evalúe estos aspectos, solicita la interconsulta con un especialista en traumatología o kinesiología. |