Se sabe que no sólo el pobre está a expensas del rico, sino que al revés también.
Algo que la economía moderna cuidad es el mercado de esclavos, o sea los compradores, los clientes, los usuarios, en ese sentido Internet lo comprende muy bien ofreciendo todo tipo de ofertas tentadoras para capturar usuarios, mails gratis, conocer gente gratis, escribir gratis, y así la imaginación de los que especialistas en marketing es impresionante.
Es así que aunque muchos nos enganchamos, en realidad también están enganchados con nosotros.
Algo así le está pasando a China, la capacidad de ese país de penetrar las economías es ya antológica e indiscutible, de ese modo tomaron continentes.
En general, tratan de hacerlo disimuladamente, son un pueblo consciente que la mejor penetración es la silenciosa, la que nos e nota, la que disimula, son un pueblo que hace del sigilo un arte.
Hasta que llega un momento en que sin entender cómo, algo los coloca en los diarios, está vez, a lo grande, pues llevados por la voracidad de sus negocios, están tan presos comercialmente de sus clientes, como los clientes de ellos.
Eso mismo está pasando con Europa, la suerte de ese contienen hace desbalancear la suerte de China, como sea, debe evitar el colapso del euro, de manera que se vió obligada a salir al rescate para no dejar caer la moneda.
Por esas cosas extrañas de la economía, se vio obligada a rescatar comprando los bonos de Lisboa, en apoyo de la economía de ese país, que como un vórtice está tragando la economía de los países que forman parte de la economía en Euros.
Lo que no se entiende es por qué esperar a que todo se evidencie de este modo, por qué no aparecen cuando todavía es posible sostener la economía de modo menos sangriento, esto obliga a todos los países del bloque a comprometer sus propias economías y países, con todo el riesgo que conlleva y son un equilibrio en la balanza económica muy comprometido.
Ahora todos sabemos que Portugal es un país sin solvencia, quién se va a animar a invertir allí, sobre todo con una ciudad como Lisboa, bella, a la que muchos aman, a la que le han dedicado importantes obras artísticas pero que va muriendo de vejez, y tal vez, por lo mismo, de amor, una capital que no funciona como tal, en la que no se invierte para sostener, tarde o temprano hará evidente su decrepitud. Si lo aparecen se desmorona, cabe esperar que lo que no se ve a simple vista está peor.
Mientras, por qué un país que no pertenece a eje, puede darse el lujo de una acción, tan capitalista, tan de economía liberal.
Y cómo ocurre que los países que “pertenecen” lo permiten, es como poner sus economías en manos extranjeras, tan parecido al propio Euro, que ya no depende de las balanzas particulares de los países, sino de un efecto mucho más general.
El método de moneda única y consolidad está mostrando sus fallas, pues no se puede igualar monedas basadas en riquezas tan diferente, como la tienen cada país de Europa.
Mientras, un importante porcentaje de las exportaciones de China, un cuarto de su producto bruto, aproximadamente, va hacia el bloque Europeo, por lo que un debilitamiento de su moneda afectaría seriamente a China, a su vez, la propia China necesita retirar las reservas de su propio país, ya en alta inflación, y en el último de los casos, todo ese movimiento de bonos, reservas, no hace más que mostrar una cara de China, que por más país comunista que se declara, en el fondo no es más que un hecho para que se lo comience a tomar como un país funcionando con economía de mercado.
Cualquier parecido con la economía de corte liberal no es coincidencia.
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