Para el que lea la sección económica de los diarios principales en Argentina, pensará que se  encuentra en un país paralelo.

Leerá que en septiembre estaba el dólar estable, y que por ello los inversores mostraron interés en movilizar sus recursos hacia los bonos en pesos, en vez de ayudar a la economía norteamericana comprando dólares.

¿Vio?, le dije que era un país paralelo.

Según los diarios, en franco estado de defensa contra los ataques K., hay “sintonía” con el mercado global de acciones, y los que compraron bonos, se vieron beneficiados por la suba de los bonos, en un escenario de “crecimiento económico” Argentino.

Los papeles acumulan ganancias, mucho más que las acciones usuales de las empresas, en un relación aproximadamente del 20 %, que acumulados hasta el momento, se dice, llegan a una ganancia estimada del 80 %.

Dicen esos diarios, que los inversionistas se volcaron a los bonos, ya que hay transacciones no muy controladas, y de esa manera hay una supuesta autoregulación del valor de los bonos que lo mantienen en suba.

El asunto es extraño, porque mientras la población deprime sus ingresos, hay paro de estudiantes por mal estado edilicio, hay paro de docentes por sueldos, y esto por nombrar lo más reciente y visible, además se puede ver en las góndolas del supermercado un aumento impresionante y sin control ni respeto por los precios consensuados con el gobierno.

También hay que tener en cuenta que este mes aumentará todo, la luz, el gas, y los servicios de todo tipo, mientras los empresarios dicen que no es una aumento, sino que en realidad es dinero que antes subvencionaba parte del monto el gobierno y ahora dejará de hacerlo, bajo este discurso, probablemente pronto nos enteraremos de que nuestras boletas de servicios vienen considerablemente aumentados.

Como sea, la realidad financiera parece divorciada de la realidad de las personas.

La Bolsa está en estado de ficción, la realidad es un tiempo en el que la mayoría vive sin poder entrar en esa ficción.