Mi amigo Juan fue sometido a hipnosis, me contó. Para su sorpresa, dice que retrocedió hasta vidas anteriores, y lo que más lo sorprendió fue, dijo, que en una de ellas, tuvo conocimientos sobre piano, pues se desenvolvía como profesor de piano.
Afirmaba, con mucha convicción que tocaba a Rachmaninoff's, en el Concerto número 3 en D Menor Opus 30, que es según la película Shine, la pieza más compleja del mundo para tocar.
Frente a ese comentario, comencé a hacerle preguntas, todas las cuales, según él, no se le habían ocurrido.
Según yo, que no es según él, porque el afirmaron que no se puede hipnotizar a cualquiera, sino sólo a los “hipnotizables”, calificativo que no tiene fondo ni fin, ya que no hay más reglas que la de que no se dejan hipnotizar, lo cual es una acción de la que la mayoría carece y por lo tanto de desconocida comprobación, lo cual a mí siempre me ha parecido otra forma de llamarle al fracaso; según yo, decía, si me hubieran hipnotizado y si hubiera sido alguien así como un habilidoso pianista, y si es que lo que nos muestran en las películas el cierto, yo pediría despertar y recordar todas las habilidades que tenía como pianista.
La misma idea, y mi descreimiento general, me hacen pensar en qué pasa en los dedos inhábiles que jamás tocaron una tecla de piano, cuando de repente la mente supone que puede tocar una pieza complicada.
Si lo de la hipnosis fuera así, imagino que debe ser un gran negocio, pagaría impuestos de estados, ya imagino una clínica vendiendo el “pasado”, conviértase en Mozart, de la noche a la mañana, conviértase en quien usted era, antes de la ruina que es hoy.
Luego, otro negocio sería, vender su presente para su futuro, por ejemplo, imagino cuánto pagaría gente como Bill Gates, o Madoff, gente que con su inteligencia se llenó de plata, pagando porque una vez muerto, alguien se dedique a buscar en el futuro su “reencarnación” y devolverle mediante hipnosis todo su conocimiento.
También imagino a los propios hipnotizadores, si tienen semejante “poder”, devolver habilidades del pasado al presente, serían todos millonarios, y a su vez, seguramente implementarían algún reaseguro, para ser en el futuro tan astutos como lo son hoy.
Imagino un planeta de una especie que usa el pasado para vivir el presente.
Lo que no imagino, y estoy casi seguro que es real, que si tal cosa fuera posible, no tengo la menor duda que ya el negocio estaría ejecutándose, y como seguimos siendo los mismos del presente, además, tiendo a pensar que hay alguien por ahí, que bajo hipnosis cree ser mi amigo Juan, a quien hipnotizaron y que recordaba en una vida pasada haber sido un gran pianista, ya que lo que más hay, además de ideas de negocios, son tontos que caen en ellos.