Réplica de aquella famosa película donde un niño atacaba a Estados Unidos creyendo estar en un juego, se está plantando los precedentes de una guerra, ahora en las redes.
La supremacía del poder está en las mentes, no en las armas, no deja de ser admirable.
Aunque las pérdidas se calcularán en millones, probablemente, los espectadores tenemos la sensación de estar viendo una película que ocurre, ahora en nuestros monitores en vez del cine.
A toda acción hay una reacción, no puede extrañar el suceso, ya que lo que en de fondo pasa es que lo que está en el medio flotando, es el cuarto poder, al cual el quinto poder, las redes sociales, están dejando de lado.
Por una parte, el grupo Anonymous no parecen ser militarizados ni letrados, es la masa en conjunto de niños, adolescentes, adultos en control de sus teclados que responden a la voz de un líder que no es de carne y hueso, ni siquiera un fantasma, sencillamente se llama poder, el poder de la masa.
El primer mensaje se propaga por twitter, alguien del grupo avisa: cuídense, Anonymous inicia un ataque. Sin nombres, un Nick solamente, que a su vez realiza un retwitt, que a su vez recibió otro, que su vez.
No es posible detectar de forma sencilla, quiénes de los que reciben el mensaje participan del ataque.
Los ataques son del estilo de marabunta, sencillamente cuando una increíble masa de usuarios acceden a un servidor simultáneamente, el peso del número vence las conexiones, sobre todo, lo primero que cae son los controles, los muros de contención, los cortafuego o firework, espacio que los más avanzados aprovechan para penetrar los servidores. Una vez adentro, depende de la sensatez del invasor los daños que puede perpetrar.
En este tipo de guerra, algunos ayudan, por diversión, por razones que son complejas, otros por rabia, unos pocos por la sensatez de mantener un equilibrio contra los que quieren arrogarse el derecho de controlar lo que nació libre.
No se puede saber si por “suerte”, esas mentes están del lado de la libertad, porque todo ataque a la economía de un país, tarde o temprano afecta a todos. Sin embargo la sola idea de que no se puede imponer en la red cualquier discurso que intente controlarla, es una pelea de titanes, una guerra que usa un principio simple: utilizar las debilidades del enemigo.
La debilidad del poder es el dinero.
Los ataques a los servidores dejan expuesto que la economía de las nuevas empresas depende de sus conexiones, de sus sitios.
El mundo virtual mueve cantidades de dinero estratosféricas y muchos menos gastos.
Anonymous ataca la economía de esas empresas.
Qué puede detener a Anonymous: las ideas. El grupo se mueve bajo una única idea: la libertad en Internet, no tiene ninguna vinculación económica, no obtienen dinero, no les importa si al defender esa libertad en realidad benefician económicamente a un tránsfuga, como parece serlo el dueño de MegaUpload, que al ser cerrado, provocó este ataque impresionante por su extensión y audacia, pues penetró los sitios del FBI y del departamento de Justicia.
No creo que Estados Unidos escarmiente, esto va a continuar en cuanto encuentren un modo de neutralizar a Anonymous, que será, según en el único modo de Estados Unidos de arreglar las cosas arremetiendo con violencia, arrasando con lo que sea.
Vamos a asistir a una persecución, una caza de brujas de las que no sabemos si vamos a enterarnos, pero cuando a ese país, le tocan el bolsillo, sin importar que es una guerra de mentes, va a preparar una atómica y si cree que va a destruir a su enemigo haciendo desaparecer un país , no dudará en hacerlo.
Ante el mundo, Estados Unidos está quedando como el monstruo al que hay que aplastar, y sobre todo queda evidente que se lo puede aplastar, hay que ver cómo reaccionará un país tremendamente bélico con un aparato propagandístico formidable que quiso venderle al mundo sus nobles motivaciones, un discurso que nadie le cree.
Pienso que estamos ante una bisagra, muchas cosas comenzarán a cambiar, se abrió la caja de Pandora.
Los países involucrados: Perú (sí, esos, están aliados con USA), Brasil, Estados Unidos (Texas, Arkansas, Illinois, California, Delaware, Idaho), Egipto, Turquía, Italia Hungria, Polonia, Federación Rusia, China, Sur Korea, Taiwan
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