Poco cerca de las 23 horas del 19 de enero, se comenzó a percibir el ataque del grupo Anonymous a servidores de Estados Unidos.
La reacción fue provocada en el medio de un ambiente turbulento de protestas, mientras desde sitios como Wikipedia, Sintagmas y tantos otros se plagaban a la protesta contra el SOPA, el FBI realizó un procedimiento en uno de los sitios más populares para la bajada de archivos, MegaUpload.
MegaUpload es un sitio que provee alojamiento para la descarga de archivos, y los que lo administraban fueron arrestados bajo cargos insólitos: conspiración en extorsiones, lavado de dinero y atentado contra la propiedad intelectual.
Semejante acción en el medio del desarrollo de una de las protestas más masivas contra las propuestas de leyes del SOPA y el PIPA, no es más que una provocación y una gesto completamente descabellado.
Fue prácticamente una bofetada a la democracia.
Los autores del sitio, Kim Dotcom, y personal de la empresa, Fin Batato, Sven Schternach, fueron detenidos.
Los dominios relacionados a la empresa, fueron deshabilitados y las cuentas y bienes de la empresa, congelados.
Se dice que la empresa tuvo una ganancia de 150 millones de dólares y es la número 13 de importancia en el mundo.
El operativo, rápido y de tajo, debió estar preparándose desde hace mucho tiempo, no parece que hubiera ninguna improvisación, lo que llama la atención es el momento elegido para realizarlo.
En el medio de una gran disconformidad que alía a grandes, pequeñas empresas y usuarios comunes, una operación de este tipo es toda una provocación.
Los sitios que apoyaron el SOPA, MPAA (la Asociación Cinematográfica de América), RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de América), la página del FBI, el sitio del departamento de justicia de Estados Unidos, fueron sacados de línea por el ataque de miles de internautas.
Aunque MegaLoad colocó un sitio espejo, para seguir ofreciendo sus servicios, implican a más de 1000 servidores trabajando para el negocio de la descarga de archivos, las pérdidas que se calculan son millonarias.
Mientras, el grupo Anonymous, mandó un mensaje a los nubenautas: pónganse cómodos, van a estar toda la noche atacando sitios, en el mayor ataque perpetrado en la historia de Internet.
Lo que supo, paralelamente, que luego de la queja liderada por Wikipedia, a la que se plegaron muchas empresas importantes y dueños de sitios, algunos senadores y otros tantos representantes retiraron su apoyo al SOPA.
Lo que deja claro es que la voluntad de los nubenautas es que la Internet siga siendo el proyecto libre como nació.
Internet resiste y es apoyada en ello por millones de usuarios para los que Anonymous ya presenta la figura del héroe moderno.
Algunos nos sentimos tranquilos el hecho de que se le pueda demostrar a los países que los derechos de los usuarios se consensuan con los usuarios, en vez de tomar decisiones arbitrarias que afectan a tanta gente.
También apoyo la protección de la propiedad intelectual, pero tal vez es hora de reveer los procesos de negociación de las obras y el modo de negocio que beneficie a los autores, en vez de las corporaciones que los explotan.
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