Que me van a decir susceptible, pero yo prefiero definirme como suspicaz,  es una joda esto que el día internacional de la mujer coincida con el Carnaval, es como que le da un toque de poco serio.

Además de las dualidades de la realidad, mientras el Carnaval se festeja con luces, colores y agua, este año dio record de mujeres quemadas por sus consortes.

Mientras la difusión del tema está candente, no importa, aparecen cada vez más, sin importar si la mujer está embarazada, si tiene hijos, si irá a la cárcel, y esto es, porque lejos de estar en las cárceles, estos abusadores gozan de una “probable” libertad si logran ser astutos y hacerle creer a la ley que son inocentes.

Para muchos es insólito que una persona permanezca al lado de otra que la maltrata, sin embargo no hay que escarbar mucho para conocer los motivos, es porque no tenemos muchas opciones, aún las que somos independientes, no tenemos que bancar maltratos de otra naturaleza, pero igual de injustos y agraviantes.

Conozco un mujer, inteligentísima ella, que siempre trabaja de “segunda” en las empresas, ella es la que trabaja, la que coloca las ideas, la que las lleva adelante, pero el que figura es su jefe, los que trabajamos alrededor, nos damos cuenta y sabemos dónde aprieta el zapato.

En ocasión de preguntarle por qué acepta ese rol, ella dijo que ganaba más si dejaba así las cosas, y sencillamente nada si las exponía.

Mientras, los superiores, le dan como éxito operativo los laureles al tipo que la explota.

Ella contaba que siempre le había pasado eso en los trabajos, y que las veces que quiso poner las cosas en claro, había terminado de patitas en la calle, porque vamos a ser sinceros: mujeres inteligentes hay más que los hombres, así como mujeres preparadas, los hombres no tienen que esforzarse, como está demostrado, por conseguir un puesto, lo obtendrán por ser hombres, luego, les convendrá tener una estúpida que les resuelva lo operativo, que tenga el conocimiento y sobre todo: la resignación y docilidad para hacerlo.

Si llevamos esto a otros niveles, mientras las mujeres se las arreglan para dirigir una casa, para dirigir a los hijos, para organizar un hogar, y sus consortes salen a ganarse el pan, hay como una suerte de relación jefe, empleada, que no parece que vaya a cambiar.

A las mujeres maltratadas, le pasa lo mismo que a la mujer que conté, la diferencia de niveles o de medios no hace al asunto.

Lo cierto es que la disminución de la mujer en su rol de aporte en la sociedad es una conducta aceptada socialmente y decirse machista para un hombre no es ninguna denigración, sino por el contrario, una cucarda que enarbola como si eso le diera un título.

En el sistema de valores que adquieren los hombres, no está el de preservar, cuidar y respetar el espacio, la humanidad y la razón de las mujeres, y eso, está instalado socialmente, de manera que nadie encuentra suficientemente exagerado las transgresiones al respecto que diariamente sufrimos las mujeres.

Desde la maledicencia, hombres que se acoplan a chismes sin fundamentos y que propagan alegremente haciéndose cómplices de otras mujeres que lo hacen, sin tener reparos en mentir y en denigrarlas, éste ultimo comportamiento se nota en las redes sociales, sobre todo cuando se trata a la mujer como “carne de comercio”, en la expresión y en el prejuicio.

Cuando una mujer es golpeada, denigrada, con un simple “se le fue la mano”, se arregla, ninguna ley siquiera se ocupa de prevenir sobre ello.

La policía misma, descarta los conflictos domésticos cuando se trata de un supuesto “correctivo” hacia una mujer, pues ellos viven, probablemente lo mismo en sus propias casas.

Lo que es peor, es que escribo este artículo, convencida de que nada va a cambiar, el día internacional de la mujer, es una farsa, no va a pasar nada, seguirán apareciendo mujeres quemadas, muertas, desaparecidas, y todo va a seguir igual, mientras no haya mano dura y verdadera contra la violencia de género, seguimos siendo rehenes de un loco que decida de pronto que tiene derecho sobre nuestras vidas.

La cuenta de esta ignominia: