La verdad que los problemas maritales de Tiger, me importan un corno, o me importaban un corno.
Pero a raíz de la explosión de información al respecto, me doy cuenta qué insignificante que soy.
El tipo ese miró un traste, se entusiasmó, la mujer lo descubrió y provocó el efecto mariposa, ocurrió una inundación en Buenos Aires.
El tipo tocó el traste y como uno de esos juegos de dominó, en que se mueve el primero y provoca la avalancha de todos, en Buenos Aires cayeron 80 milímetros de agua.
A raíz del mentado asunto, anunció que se retira del golf, debido a eso, los anunciantes perdieron millones, ya que parece que es la presencia de ese tipo el que mueve multitudes en atención hacia ese deporte.
Como el tipo no está, no están los televidentes, como los televidentes no están, no hay sponsors, si no hay sponsors, no hay inversiones, si no hay ingestiones, no se inyecta dinero a los países capturados por las grandes empresas, o sea nosotros, como no nos venden nada, no compramos, como no compramos, la empresas no invierte, al no invertir no arreglan ni mantienen los servicios, entre los servicios están las compañías que se supone mantienen la ciudad, las obras se detienen, la ciudad de inunda con cada tormenta y cada vez más virulentos los problemas.
Los cortes de luz, son impresionantes, en Palermo, la gente con el agua en la cintura.
Digo yo, si a nadie le importan los problemas sexuales de Tiger, salvo a la mujer, y por ella no vuelve al golf, por qué no hacen algo para que se divorcie y chau.
Vuelve al golf, vuelven las obras a la ciudad de Buenos Aires.
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