Adolezco de buena memoria, y siempre intento tratar de seguir los temas que en su momento me causaron curiosidad y sorpresa, sobre todo cuando se deja de mostrar en los medios, porque siempre creo que por alguna especie de conspiración planetaria se intentan borrar hechos reales.
Uno de ellos fue el caso del extraño objeto encontrado en suelo marciano.
Para los desmemoriados, el robot Spirit, encontró una arandela enterrada en uno de los cráteres del planeta rojo, el cráter Gusev, esto ocurrió por allá, finales de marzo del 2004.
La sonda Mars Express registró este objeto en el sur del planeta.
La NASA, hasta el día de hoy, nunca proporcionó ninguna explicación respecto al objeto, claro que cuando no hay ningún no es posible darla tampoco, ni tampoco tienen ninguna obligación, pero una noticia tan emocionante que no puede más que abrir la imaginación hacia incontables posibilidades.
Recuerdo que fueron tomados algo así como 50 fotos del mismo objeto, con diferentes acercamientos y no cabía duda que fuera un objeto que no podía haberse creado naturalmente.
Me vino a colación ese asunto ya que si la memoria no me falla, el análisis de la composición del suelo, daba una combinación de exceso de CO2 y hielo.
Al comentar mi preocupación por el asunto del calentamiento global, y de la perniciosa acumulación del dióxido de carbono.
No pude menos que recordar la arandela de Marte, ya que no hay quién pueda asegurar que ese planeta no haya sido como el nuestro, o nosotros mismos, en un estadio evolutivo de hace millones de años, y nos extinguimos por quién sabe qué cataclismo.
Seria plausible incluso que nos hubiéramos mudado a este planeta, sabiendo que el nuestro ya estaba caput.
Me permito esta especulación al ver lo que hacemos con este.
También por determinados detalles que son largos de enumerar, hay uno en especial que siempre me ha causado curiosidad: el color de piel blanco.
No se dice a menudo, pero los egipcios o chinos, las más antiguas civilizaciones que se han ido desenterrando dan cuenta de habitantes negros.
Los faraones, se pintan en las películas como blancos, pero eran negros, al igual que las antiguas dinastías chinas, eran amarillos tirando a aceitunados, o carmelitos, e incluso los tailandeses, es decir, por donde se mire, los habitantes de las antiguas civilizaciones no eran blancos.
En los grabados de piedras encontrados que sugieren naves espaciales, o seres en trajes espaciales, las pinturas de las caras los muestran como blancos.
Hasta es sospechoso el hecho de considerar en gente de piel blanca algún tipo de superioridad, ¿de dónde sale esa idea?
Si todos fuéramos rojos, por ejemplo, y vemos bajar en naves extraterrestres a seres verdes, ¿acaso no asociaríamos ese color con una especie de superioridad?
No sé, como nadie ha ofrecido una explicación sobre ese asunto, me tomo la licencia de especular con una idea que puede encontrar adeptos.
Ustedes qué opinan.
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