Las elecciones dentro de pocos días, implica el cambio de vida para las persona que buscan ocupar un lugar entre las 127 bancas de diputados, de todas las provincias y 24 de senadores.
Lo innovador de este proceso es que las elecciones no están resolviéndose en la televisión, en ese medio la campaña fue más bien superficial, sin debates y sin propuestas, sino, emulando los que ya se llama “el estilo Barak”, se dirime en las Web 2.0, en donde personajes o personas, no se sabe bien, envian su mensaje a los participantes, disfrazados o no de participantes, ya se sabe que en el Webs 2.0 pululan todo tipo de posibilidades, ya no personas, sino robots, clones, duplicados, trolls, etc.
Algunos partidos tienen sitios desde hace algunos años, Web 1.0, pero luego de eso, se dieron cuenta de lo que ya se dieron cuenta las empresas hace tiempo: no basta tener un sitio web, para tener “presencia” en Internet, hace falta además administrarlo adecuadamente, para que llegue a donde debe llegar: al público posible de ser capturado con propuestas políticas.
Este año, las reinas fueron las redes sociales, pues es allí donde estan los posibles votantes, y también donde se captan opiniones, apoyos, y un costo publicitario mínimo y efectivo.
Ahora queda por saber si los que utilizaron esos medios para sus campañas, sabrán también medir las consecuencias de la estrategia, tanto si tienen éxito en la votación como si no, porque hay que ver en ambos casos cual fue el factor decisivo, el boca en boca de la calle y la tibia participación televisiva, o los medios virtuales.
Sin duda esta es una etapa de test de estrategias que tendrán su forma virulenta en las elecciones presidenciales del 2011, de cómo se den los resultados y de la evaluación del método dependerá la invasión de la política en los medios sociales, promoviendo de este modo que los sitios de reunión para situaciones de otro tipo comiencen a ser tomados de rehén por políticos e incluso por empresarios para su desarrollo y expansión.
El buen observador, habrá notado que las propagandas empresariales dan poco y ningún resultado, la gente está cada vez más conciente de cuando está siendo utilizada, y está prendiendo a ignorar esos cantos de sirenas, pero en política parece darse otra cosa, los ánimos se caldean, la gente participa, e incluso hay aparente “convivencia” de muchos discursos contradictorios, sin que se llegue a más que un intercambio de palabras feroces.
Lo cierto es que la Web 2.0, está al rojo con el tema político, y que pronto se sabrá si los candidatos que apostaron a las redes sociales tuvieron razón, o perdieron tiempo y recursos.
Algunos candidatos, aún no se enteraron de estas otras posibilidades, habrá que ver si se puede sobrevivir en la actualidad, sin estar en la “ola”.
Lo que muchos candidatos no saben es que Barak Obama, invirtió mucho dinero en su campaña política en las redes, de la mano de personal de Google, a quienes contrato para definir su estrategia virtual. Con un socio de esa talla, se puede dcir que Obama es un adelantado y de los serios, en cambio los políticos locales, apuestan en el mejor de los casos con personas interesadas, o colaboradores, de ahí que les parece que las campañas virtuales son más baratas que las televisivas.
Mi impresión es que la atan con alambre, como suele decirse en Argentina.
Esperemos a ver qué pasa. |