El tema está en todos los diarios, no hay mucho que contar al respecto. Lo nuevo es impactante también. El creador de Wikileaks amenaza con revelar secretos de bancos y corporaciones.
Eso habrá despertado todas las alertas.
El vacío legal al respecto está claro, usar la palabra “privacidad” en boca de grandes mandatarios no hace ilegal el acto, pero sí políticamente peligroso.
Me pregunto si este señor es un visionario o un loco.
Tampoco entiendo para qué amenaza, si directamente expusiera el impacto sería mayor, con lo cual poniéndome a suponer, persigue algo más que prensa, verdad o justicia.
Es una extorción, lisa y llana.
Está pidiendo dinero, pienso.
Espero que no sea así, pues me desilusionaría.
Los que tenemos el traste limpio estamos disfrutando el momento, aunque lo digo en voz baja, pues mi mujer insiste en que un problema de esta magnitud nos toca a todos de alguna manera. Debe tener razón, ella siempre fue más sensata que yo.
Pero por un segundo, estoy disfrutando malamente de la situación, a los que se creen tan seguros y sólidos en sus puestos, les tiembla el pulso.
Tuvieron que salir a dar explicaciones, hablando de “privacidad” cuando esos mismos mensajes revelan lo poco que ellos mismos respetan la privacidad de sus “investigados”.
La mayoría trata de desestimar el asunto, pero no hay duda que el impacto caerá, más rápido o más lento, pero alguna secuela traerá.
Mientras escribía esto, y dejando de lado mi vergonzosa satisfacción, me puse pensar que si no hay un móvil de dinero, el dueño de Wikileaks no tiene por qué “anunciar” nada, la contundencia de sus acciones ya lo colocan en un lugar en el que no precisa eso.
Entonces, se me ocurrió de repente que la noticia es falsa.
Es la contraofensiva de los gobiernos para que involucrar poderes económicos y que se boicotee la impunidad del insurrecto por el lado más sensible de los norteamericanos: el dinero.
No, a su vez, parece que no, según lo que se sabe, salió una entrevista en Forbes al propio Assange, dueño de Wikileaks.
Salvo que eso también sea falso.
Ya no se sabe en qué creer, ese país es el inventor de la mentira y las falsedades, sobre todo de la falta de escrúpulos, nos trasmiten que pueden crear todo, hasta noticias, quién sabe qué pueden hacer con algo como esto que se les ha escapado de las manos.
En el fondo, mi satisfacción es miedo, a las consecuencias. Luego, probablemente esté asustado y con culpas de haber tenido este momento de sinceridad.
En realidad, soy consciente que se ha cometido una locura, pero qué quieren que les diga, hoy, me rio de esa locura.
Dejo el llanto para mañana.
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