Así como para cuando se enfrenta una guerra, los gobiernos suelen implementar simulacros, de la misma manera en Barajas, España, un grupo de 600 integrantes de siete países han participado del primer simulacro internacional de Protección Civil, previendo el caso de un accidente aéreo y contaminación radiológica.
Esto presupone un conocimiento del que la mayoría no tenemos mucha conciencia: en los cielos hay aviones con arsenal potencialmente peligroso que puede causar contaminación radiológica.
No aprenden. Los países con poderío nuclear no aprenden ni con los accidentes nucleares. Dos veces van ocurriendo accidentes que echan a perder el mar con sus desastrosas consecuencias.
No aprenden que si se están realizando vuelos con material peligroso, no faltará el accidente, provocado o no que coloque a quién sabe qué ciudad o país en semejante eventualidad.
Que el simulacro prepara para dichos eventos es una mentira que ya nadie puede creerse.
Hace años que se conocen los efectos de los huracanes y no hay experiencia humana que impida los desastres que provocan, por qué creer que los simulacros paliarán lo que pueda provocar un accidente nuclear.
En un escenario de 50 mil metros cuadrados se ha recreado un accidente aéreo con víctimas de contaminación, con supuestos pasajeros y personal del aeropuerto.
Entiendo que los expertos en emergencias necesiten de estas prácticas, pero la idea de que haya aviones o lugares en donde estos puedan impactar con estas características no puede menos que alarmarme.
Qué planeta le estamos dejando a las generaciones que vienen, la moda del futuro es ropa antiradiactiva.
|