Las organizaciones comprendieron que la problemática del ambiente, no es algo que saldrá de acciones individuales y que el proceso afecta económicamente a las empresas.
Las actividades de gestión ambiental son voluntarias, los asuntos legales tienen que ver con la seguridad de las personas y de los bienes públicos, pero no compete a la disminución de acciones que colocan en riesgo el planeta.
En parte porque esos efectos son desconocidos, y los que se conoce se tratan en el ámbito de la conciencia.
Sin embargo, tal como se está tratando en la Bienal de Venecia, la mejora continua en la gestión ambiental es el principio rector del desarrollo sustentable.
El instrumento con el cual se administra estas prácticas cuenta con un certificado, las normal ISO 14001, que cuentan con técnicas de implementación que aseguraría un nivel de calidad en la gestión ambiental.
Estas acciones proveen a las empresas de un plus, un valor agregado que aporta a la imagen corporativa y asegura al cliente la calidad del producto.
Los beneficios de la certificación ambiental provee a las empresas de acciones que mejoran sus posibilidades de crecimiento, pues una empresa que no está especializada en cada uno de los recursos que emplea, pues su objetivo es el producto, carece de directivas concretas.
Las normas de calidad proveen un método y mediación entre los objetivos de la empresa y sus acciones para realizarlo.
Esto implica que obtendrá una clara visión de aspectos de uso de su energía y cómo optimizar, agua, insumos.
El tratamiento de residuos es el caso más emblemático, que afecta al entorno, actualmente Argentina misma está tratando de concientizar a las personas que ayuden en la selección de la basura, ya que se vuelve un problema que se sale de la escala de el tratamiento de empresas, todos deben ayudar, para que se haga una realidad. En este mismo proceso se encuentran casi todos los países del mundo. Las empresas deben sumarse a la resolución de este problema.
Se sabe que cuando hay acciones para el tratamiento de residuos, se ahorra en recursos, en gastos, en salud.
Las empresas que implementan las normas ISO, cuentan con acceso a seguros más accesibles y a la relación con otras empresas que intervienen en sus insumos, fortalece su posición entre pares y clientes.
La certificación es un proceso de calificación que acredita que la empresa cuenta con principios de gestión ambiental.
El sistema se compara entre pares, y genera acciones prácticas para resolución del factor importante económico, ahorro en recursos, tanto energéticos, como humanos.
La gestión ambiental es una responsabilidad, más allá que se busque una certificación, porque otorga a la empresa la seguridad de los métodos para las mejores prácticas en su rubro.
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