Así como aparecieron los barbijos truchos, con el color del partido de futbol de turno, aparecieron medicamentos truchos.
Escuché claramente a Larreta en una entrevista a los periodistas que no sólo no hay faltantes del medicamento, sino que se están proveyendo el medicamento aún sin confirmar si se trata de la Gripe A al meno síntoma de ese mal.
Como son un país llenos de contradicciones, inmediatamente alguien se puso a fabricar medicamentos falsos.
Estamos tan acostumbrados a que los políticos nos mientan que ante los comentarios en una dirección, uno, que ya sabe cómo son, se puso a fabricar medicamentos truchos.
Ayer entré en una farmacia para pedir el famoso alcohol en Gel, y el guarda a quien le pregunté me dijo: nos lo tomamos todo.
Se toma en broma a paranoia del asunto.
En otra farmacia, me quisieron encajar alcohol para los insectos, como si fueran lo mismo, ante la pregunta de si lo era, la vendedora se quedó mirándome con cara de “qué le digo a este, ni loca me embargo afirmando algo que pueda ir en mi contra”.
Copio lo que leí: Estos productos falsos, por lo general, se elaboran de forma precaria, elaborados con elementos peligrosos, como el Carbopol.
Información absurda si la hay, porque nadie sabe qué cosa es el Carbocol, y sobre todo nadie lee lo que dicen las etiquetas porque de todos modos lo que diga el medicamento real tampoco se entendería.
La moraleja es: no comprar barbijos ni alcohol en gel en los semáforos, ese es el anuncio del gobierno ante esta emergencia.
Otra de las cosas que se detectaron son medicamentos vencidos.
Me pregunto: y para cualquiera de las otras enfermedades, ¿hay estos controles?
¿Cómo se saben estas cosas? Para mi, mientras no haya pruebas, un preso, alguien declarando no son más que especulaciones de las farmacéuticas que también aprovechan para vender que ellos son los que venden cosas reales.
Nunca sabremos qué fue real qué fue exagerado, esto se parece a cuando se anunciaba lo del año 2000, corrieron todo tipo de versiones y la mayoría nos quedamos afuera.
No quiero minimizar este problema pero cuando se anuncian medicamentos falsos, quiero fotos, pruebas y alguna voz autorizada poniendo la cara en la tv, no que me lo cuenten en “versiones” por más diarios que los publiquen.
Lo del cuento de Larreta sobre que él tuvo fiebre y toda esa farsa, me parece lamentable, creer que por su experiencia, rico, panza llena, medicamentos prestos, médico en casa, toda la contención posible, pueda significar algo en la contención de la pandemia, es cosa de risa.
Que alguien le informe a ese tipo que no es metro patrón de la gripe A, que se ha comportado educadamente sólo porque obtuvo el medicamento y a tiempo pudo dejar de parar de trabajar, dejando en automático un trabajo que lo que ha demostrado es que puede seguir sin él, nadie notó su ausencia y nada ha cambiado, puede seguir en reposo permanente.
¿Y los pobres?, ¿qué pasa con la gente que no puede darse el lujo de dejar de trabajar porque de ese modo no gana el pan del día?, ¿dónde está el médico a domicilio, el medicamento, la comida y la contención?
Estos políticos dan vergüenza, si estuvo enfermo debió callárselo, lo único que faltaba era que se pusieran de ejemplo de que “no pasa nada”.
Yo no estoy alarmado, porque no me puedo dar el lujo de estarlo.
Mientras, quiero destacar algo: en la calle nadie tose o estornuda. Nunca había visto esto, lograron realmente que la gente que usualmente llena las calles céntricas huyeran o se enterraran, no sé bien, lo que sé es que caminé por la calle corrientes y nadie me tosió o estornudó encima como usualmente suele pasar.
Qué país contradictorio, tenía que pasar algo como esto para que la gente tomara conciencia de lo irresponsables que son con la salud de los demás cuando salen a la calle engripados y le tosen y estornudan a la gente que en la cara, ahora, no es que no están porque están estornudando ellos, sino que se están cuidando que no les estornuden a ellos.
Qué opereta.
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