Ya está, ya ocurrió, el espacio comienza su camino a la privatización. Falcon 9, se llama el cohete que desarrollado por la empresa SPACEX, en complicidad, digo, en combinación con la NASA, se lanzó, usando el Cabo Cañaveral, complicidad del país, digo, combinación con estados unidos.
Bajo la promesa que en el futuro trasladará clientes, digo, astronautas, a precios siderales, digo a precios convenientes para el estado.
El lanzamiento estuvo vacilante, no lo crean fácil, se detuvo por tres veces el conteo antes de darle la salida. Yo me imaginaba en esos momentos algún teléfono sonando, tratando de evitar el despegue, gente que a último momento dijo: ah no, si no participo del negocio no sale. Gente que cree que el espacio es suyo y puede hacerlo, porque realmente es suyo.
Barak Obama, el mago del Twitter, hizo un comentario sobre que quiere que la actividad del sector privado sea el encargado de enviar pronto astronautas.
Ese comentario conlleva varias suspicacias, primero deja la impresión que este proyecto es de él, cuando es heredado, segundo: abrió un nuevo nicho de negocios, en la que está avisando a los oferentes que este es el momento de arreglar con él.
Mientras, la NASA, contentísima, ya no tendrá que planear su presupuesto con el gobierno disfrazando intenciones o politizándose, como se sabe que ocurre con todos los proyectos que administra el estado, ahora le bastará con los sobornos.
A todo esto, los comentarios sobre que ahora se “puede” llevar astronautas, no hay que tomárselos a la ligera, eso emite otro mensajes: las naves rusas, como el Soyus, ha dejado de ser la únicas capaces de trasladar astronautas.
El Falcon 9, dice en otras palabras lo que se viene diciendo en murmullos y nadie oficialmente admite: si los estadounidenses recién con esta nave alcanzan la tecnología para llevar y traer astronautas, cómo es que llegaron a la luna en el 69.
Narices grandes les van a crecer, le van.
Mientras, el turismo espacial ha abierto la venta de pasajes. Pero no se alegren, será solo para los ricos, como casi todo.
Casi lo olvido: El nombre de la cápsula preparada para transportar astronautas es: DRAGON.
Eso me asegura que seré recordado en la posteridad.
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