En El país, leí que los hiperlindos Jolie y Pitt, no pueden disfrutar de la isla privada que compraron en Dubai, porque se les hunde.
En Dubai, hace años, venden islas inexistentes, pero no es una estafa, sino que las construyen, se volvieron expertos en proyectos sobre el mar.
Dubai, que pertenece a los emiratos árabes es el destino vacacional más exclusivo del mundo, cuna de los megaproyectos y de todos los caprichos de los hipermillonarios.
Aunque parezca mentira, los proyectos de las islas tuvieron problemas de dinero, sí, así como leen: problemas de crédito. Parece que no basta toda la plata del mundo, hacen falta inversiones extraterrestres, según los astronómicos costos de esos proyectos.
Otros millonarios a los que les vendieron islas –uno apenas puede comprar buzones-, son David Beckham, Naomi Campbell.
No vayan a creer que los famosos compraron aire, no, ya hay islas ficticias funcionando desde el 2001, el jeque de Dubai, Mohamed bin Rachid al Maktum, es dueño de una, en un rincón del desierto de Arabia, sin petróleo y sin atractivos naturales, creó un paraíso vacacional al que llaman The Palm, porque el complejo residencia, en conjunto, tiene forma de palmera.
La idea era hermosa, la verdad, yo la venía siguiendo, las nuevas islas, eran un complejo enorme, con más de 300 islas que vistas desde arriba, representaban el mundo, y lo llamaba The World.
Visto desde ese modo, a la mayoría de los locos les ha gustado conquistar el mundo, el jeque de Dubai, se estaba construyendo su propio mundo.
Incluso antes de empezar The World, ya espezó a delirar con The Universe, el sistema solar.
Las maquetas de estos negaproyectos se pasearon por todos los noticieros.
Cada isla, con la forma del país era vendida a quién pudiera comprarla, por ejemplo, Jolie compró Etiopía, Rod Stewart compró Escocia.
A modo anecdótico, el responsable del consorcio que compró Irlanda por 38 millones de dólares en 2007, se suicidó a principios de este año.
Nada, no me hago nada famoso, para qué, te ilusionan con una isla, y luego te dicen que no se puede, así, para qué.
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