Leí que en estados unidos, científicos lograron revivir perro después de hora muertos.
La noticia así, es escalofriante, según yo.
La idea, claro, no apunta a los perros, aunque la mayoría se lo merece más que los humanos, probablemente, sino que en el futuro se puedan revivir personas.
La descripción para tontos, es de risa, es la misma que ya escribió o describió, más o menos, en su momento el autor de Frankenstein; al perro lo mataron sacándole la sangre, luego, se la volvieron a meter y lo revivieron con un shock eléctrico.
Y no vayan a creer que va a pasar mucho que comiencen a probar en humanos, dicen que dentro de un año.
Si mal no recuerdo, esto de retirar toda la sangre de un cuerpo ya se hace, justamente para operaciones del corazón, y luego volver a meterla, el asunto novedoso es la “suspensión” de la respiración y funcionamiento eléctrico en el cerebro.
Sólo pensarlo me estremecí. Quién sabe cuáles son las consecuencias de “resetear” el cerebro a cero.
Además se me ocurre que si se puede hacer esto, se pueden cambiar cositas, trasladar órganos de aquí para allá, revivirnos en un cuerpo más joven y lozano.
La idea, se supone es llegar a la técnica de la animación suspendida, por años, y lograr despertar luego.
Sin eso, no será posible irse a vivir a otros planetas, no llegaríamos vivos.
Esto se parece muchísimo a la vida dentro de las cajas de plástico de esas pobres mascotas “hibernando”, colgadas en un estante de juguetería.
Pronto seremos eso: toys.
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