¿Se acuerdan cuando las niñas eran tiernas, hijita de papá, algo ñoña e inocente?
Eso está cambiando, ahora las niñas vienen muy avanzadas, con software moderno.
No salgo del asombre de aquella niña de 11 años que quedó embarazada del novio de 14, o edad parecida.
La madre intentó encontrar “razón” en la ley y pretendió que le autorizaran un aborto.
Había miles de razones médicas para que se lo permitieran, pero ya sabemos cuando la pacatería se mete en decisiones como esas lo que pasa: castigan a la niña por la mala madre que no la cuidó.
A joderse todos, la niña, la madre, en bebé, el novio, y el resto a su alrededor. A joderse, la ley es más importante que todas esas vidas.
Ahora que, ¿qué pasa con la niña de 10 años que descubrió una nueva molécula?
¿Quién se beneficia de ese hecho? ¿Protegerá la ley el derecho de propiedad sobre semejante descubrimiento?
La cosa ocurrió en una clase habitual de química, Clara Lazen, 10 años, le preguntó al profesor de Química de su escuela primaria por una configuración compleja entre átomos de carbono, oxígeno y nitrógeno diferente.
El profesor encontró interesante la propuesta y lo consultó con otros profesores de química, que estuvieron de acuerdo en que la molécula, nitratoxycarbon metano, era única, que no se había estudiado antes.
Lo que hace tan interesante este descubrimiento es que la molécula permite almacenar energía estable, la llama molécula tetraquis, y revolucionó a la comunidad científica.
Dos casos, dos niñas, que parecen estar en el extremo opuesto en cuanto al futuro que se ofrece ante sus vidas.
No sé qué opinar, ambos casos me asustan.
|