Siendo que se vendió como un candidato que tiene en cuenta la ecología, demuestra bastante ignorancia en el tema.
Según sus dichos, para estar a la altura de un “mundo sin hilos”, como si fuera un modelo posible, está anunciando que liberará en aproximadamente 10 años frecuencias de radio, reservadas actualmente para la administración.
Siempre me ha sorprendido que el mundo se haya apropiado del aire y que los norteamericanos se dieran el lujo de controlar lo que otros países usan.
Pero la realidad es esa, por “convenios”, se administra el aire. Entrecomillo, porque un convenio implica igualdad de condiciones, pero tal cosa no existe, porque repartirse el aire requiere de dinero, y entre un país que no dispone de dinero, ya se sabe quién domina el espacio.
Aunque hay cientos de informes del daño que causan las excesivas ondas de telefonía, ya se sabe que lo que afecta a la salud, y no se ve, no tendrá ninguna chance en comparación con el millonario negocio que seguramente saldrá de este anuncio.
En otras palabras: Obama aprendió. Aprendió a usar la investidura para tomar decisiones que lo harán rico.
La noticia es trasmitida por los diarios con el uso de la frase: “Obama libera obstáculos para el uso de frecuencias”, transmitiendo la idea de que lo que “obstaculiza”, es negativo.
Con los cual, al leer los diarios es fácil detectar quién comerá una porción de esa torta.
El cambio impone aproximadamente una duplicación de frecuencias para el uso comercial en la telefonía móvil y equipos portátiles.
También se dice que la “futuras fórmulas de comunicación”, no nos extrañemos que haya en puerta algún dispositivo que requiera esta nueva “generosidad”.
Confiemos en que el sector que menos se beneficia con este movimiento, la televisión, ponga un coto a tan descabellado proyecto.
Las televisoras son poderosas.
Pero me temo que soy un ingenuo, algo se traen bajo la manga que “dialogando” hará que la televisión apoye el proyecto.
Todo esto sin calcular la basura electrónica que semejante cambio causaría a la ya cuestionada inestabilidad del planeta, no sólo de clima sino en aspectos de salud.
Pensar que Obama es el que está pidiendo la cabeza del que provocó el derrame de petróleo, por "daño ecológico irreparable". Veremos si alguien se anima a pedir su cabeza por lo mismo. |