Desde que tengo uso de razón que escucho que “ese” grupo es el más poderoso del mundo, de allí salieron todas las ideas y se llevaron a cabo, todas las que ahora consumen el mundo.

Empresas que comenzaron cambiando el modo de trabajo, gente distendidas, en jean y zapatillas, salones de juegos para combatir el estrés, de allí salió el Facebook y Google, a conquistarnos.

Resulta, que parece que todo eso está desplomándose o nunca fue cierto.

Parece que esas empresas, entre otras, sufren paros, como cualquier otra y que los inversores están escasos, como en el resto del mundo, y el gobierno no las apoya demasiado, igual que a nosotros el nuestro.

Resulta que la meca de la modernidad está en una crisis que ya no puede ocultar, los factores de bienestar de esas empresas se están cobrando su tributo y la ecuación: mayores ganancias, mayores consumo, mejor economía les está haciendo aguas.

Peligra el empleo, la vivienda y la educación, pero como todo eso, históricamente, se tambalea por la economía, ¿qué pasa en ese caso?

Pasa lo insólito: están estancadas.

La maquinaria de la innovación tecnológica consiste en nunca detenerse, si lo hace, se va desplomando hacia atrás.

El punto de innovación está detenido, la economía se detiene.

Siempre me he preguntado dónde iríamos a parar, pensé que no lo sabría en esta vida, pues parece que sí, nos vamos al tacho, la innovación continua está afectando los recursos del planeta, ahora, las inversiones van a parar a proyectos para detener el derrumbe del planeta, el cambio de clima, el resguardo del agua.

De manera que ahora, esos lugares están a expensas del “talento extranjero”, que no es otra cosa que alguien como nosotros, que ¿por falta de recursos aún no hemos comenzado a destruir nuestro propio suelo?

Paren con esa locura, usen el dinero para cerrar la capa de ozono, salud, comida para todos, en vez de dedicarse a tener un plasma para cada uno de las decenas de cuartos de la gente que vive en Silicon Valleym, dejen de ofrecernos teléfonos que cada vez nos comen más el coco y nos revientan con emisiones radiactivas.

Dejen algo del planeta para los que nos siguen.