Al barrio de ricos en puerto Príncipe, el terremoto apenas si les meció la cuna a los bebès para que no se despierten. No es que yo piense que está mal, sino que me parece como extraño, el clima es extraño, actúa así, a veces, no parece al azar.
Lo otro que puede suceder es que los ricos sabían cual era el terreno menos vulnerable, y ahí compraron.
En Montagne Noire, la parte alta de la ciudad, se encuentra el hotel Ibo Lelé.
Su directora, Elsa Baussan, dijo: "En esta zona no hay casi ningún edificio afectado. Y en nuestro hotel, ningún daño", relata. "El almacén lo teníamos lleno y no hemos notado escasez de ningún producto hasta ahora. Pero no sé si empezaremos a notarlo más adelante, porque no estamos recibiendo abastecimiento".
El esposo de la señora, el señor Noel Godulons, está desconforme con la ayuda estadounidense, porque se adueñaron del aeropuerto, porque no dejan colaborar a los rusos, porque no hay organización del Gobierno Nacional, porque la cruz roja está ausente, y otras tantas cosas.
Esta gente que se queja porque no van a “recibir su acostumbrado abastecimiento”, digo, en vez de quejarse por lo que los otros hacen, ¿se le ocurrió compartir lo que tienen?
Ante la pregunta de un periodista sobre qué hicieron ellos, la clase alta, la respuesta fue: pagamos muchos funerales.
Luego, sus quejas son que “sus” niños no pueden asistir a la escuela, cuando ninguno de los edificios de escuelas se afectaron, porque “la gente” tiene el mal gusto de tener “miseria ahí afuera” .
Las “gente”, en las gasolineras tienen el mal gusto de querer cargar gasolina en el mismo momento que ellos, entonces hay esperas interminables, sólo para ahorrarse el monto extra, que de todos modos son los únicos que pueden pagar, del mercado negro de abastecimiento de combustible.
Y para concluir, el director de Haiti Business, la única revista de negocios del país, Claude Cadiot, comentó que él tuvo la inmensa suerte de que le sorprendiera el terremoto en París.
"Pero ahora estoy llamando a los más de 200 clientes que se anuncian en mi publicación para ver quién se ha muerto y quién no se ha muerto. Por lo que voy viendo, la mayoría ha tenido suerte", explica.
En otras palabras, a esa gente lo único que le preocupa es que quizás mañana no tenga una medialuna para el desayuno, porque el pastelero quizás se murió.
La miseria humana no viene de la desesperación solamente.
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