No hay vez, ni hora, o día que uno pase los canales con el control remoto, y no encuentre algún programa que esté hablando del cambio climático y culpe al calentamiento global.
Lo que no se entiende es por qué si hay tantos científicos de acuerdo en que nos estamos cocinando, nadie apaga la hornalla de la sartén.
Leí que los pingüinos magallánicos están al borde de la extinsión, que son pocos los que se van adaptando, y que si no logran hacerlo en suficiente número, se extinguirán mucho antes que llegue lo peor.
A sólo 100 kilómetros de Buenos Aires, en el rio salado, ya ha llegado la desertización, ya no queda río, sólo salado.
Es demasiado largo enumerar todos los indicios, sobre todo en el resto del mundo.
Algunos dicen que el asunto está tan feo, porque mantener la población actual del mundo implica una generación de energía a niveles que no es posible disminuir la contaminación, el sólo hecho de generar combustible de carbón, que es la industria que más contaminación de CO2 expele, siendo éste un combustible básico.
Qué esperan los gobiernos del mundo para hacer una reunión en la que se comprometan a sustituir la energía por energía viable, como la del viento, la del sol.
No entiendo por qué los países que ya cuentan con esa energía no ofrece apoyo gratuito y recursos a los demás países para exportar sus métodos, ¿qué creerán?, ¿que cuando llegue el fin del mundo, sólo ellos quedarán en la tierra?, ¿sólo porque usan energía solar?
Creo que el calentamiento global, es de todos, de los que más la usan y de los que menos la usan, de los humanos, plantas y animales, sólo que las plantas y animales en lo que ayudan, como las plantas en dar oxígeno, son mutiladas en bosques sin tiempo para generarse de nuevo.
Aprendamos de las plantas, de día oxígeno, de noche CO2, una máquina perfecta en equilibrio para no destruir el medio en el que se desarrolla.
Los gobiernos parecen creer que verán el calentamiento global irreversible en la TV, pero que “no les toca a ellos”, lo ven como un programa de tv. más.
Mientras, las organizaciones encargadas de concientizar son desplazadas, en la mayoría de los casos son ignoradas y en el peor de los casos reciben burlas y motes como participar de “new age”, término bastardeado por los ignorantes.
Estoy profundamente preocupado.
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