Los Mandalas tiene su origen en el sánscrito, significa representación simbólica. En el sentido de diagrama del mundo espiritual o de aspectos del mundo espiritual.
Siempre se ha identificado con la forma circular, ya que esa misma forma presenta complejos significados a su vez.
En el diccionario se admite las dos formas, la esdrújula, con acento en la primera a o la llana, sin acento, lo que no deja ser una curiosidad que la palabra coincida con el verbo, ya que es una acción energéticamente positiva.
Los Mandalas son representaciones del no espacio, del microcosmos energético y espiritual que se desarrolla con el pensamiento y el espíritu.
El círculo, es su forma más difundida, porque es una forma que sugiere la perfección, o la cualidad de la vida cíclica, o del retorno al mismo punto, o de la distancia siempre inalcanzable hacia la convergencia de un centro, casi una metáfora de la eterna búsqueda de la perfección o de un fin superior.
Los hay de varios tipos, pero casi pueden diferenciarse en dos, dejando de lado la forma, que pueden ser de círculos dentro de cuadrados, o cuadrados dentro de círculos, están los figurativos y los abstractos.
Los figurativos, son los que incluyen figuras reconocibles, animales u objetos; los abstractos, con intención de una metáfora de puntos cardinales se presentan como un conjunto de líneas, reflejadas respecto a ejes que forman una imagen incantatoria y recurrente.
Culturalmente, esa diferenciación los define como los propios del budismo, los figurativos o los del hinduimos, los lineales.
En los lineales, a partir de los ejes se diagraman regiones o sectores que dan cuenta de la representación de la comunidad y la interrelación de la sociedad en ella.
En los mandalas figurativos la representación es más espiritual, y dan cuenta de la relación entre la naturaleza y las formas. Las figuras, a través de los años y los pueblos se vieron influenciadas por las formas de los hábitos, en algunos casos de las religiones, de manera que es habitual encontrar en ellos, formas de representación de ciertas religiones como rosetones u otros.
A lo largo del tiempo en los Mandalas, como en un objeto temporal se han ido capturando los diferentes sentidos simbólicos que atravesaron las culturas y sus metáforas y con ello han adquirido un sentido de universalidad que los ha ido despersonalizando de las sociedades y penetrando con un propósito más espiritual universalizando también su representación adquiriendo en esa mutación una interpretación de corte mágico, de sacralización más allá del tipo de Mandala.
Ello ha conducido a convertir el arte del Mandala en un objeto de culto, relacionado al mundo espiritual, muy usado incluso en la sociedad occidental como medio de representar el mundo del inconsciente colectivo.
Más allá de su significado, del origen, de la interpretación, en todos los casos parece coincidir que uno de los efectos de los Mandalas es producir relajación, la repetición quizás, la combinación de colores, la forma, es decir, la combinación de todos esos efectos, en conjunto con la manifestación de aspectos personales que hacen a la creación de un Mandala los ha convertido en objetos de preferencia de todo aquel que está incursionando en los misterios del mundo espiritual.
.Ya sea por su definición u origen, o por el objetivo que se persiga con su creación, no se puede dudar de la propiedad hipnótica y fascinadora que provoca mirarlos.
Los Mandalas son objetos artísticos por naturaleza y adopción, además de todo su significado.
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