La revista Nature, acaba de publicar un artículo sobre las investigaciones que se realizan a nivel celular, que trabajando sobre el genoma se intenta obtener células madres y poder reprogramarlas.
Encontraron algunos escollos al descubrir que dichas células reprogramadas, presentan alguna alteración y podrían conducir al cáncer.
Las células, llamadas iPS, tienen una función parecida al de las células madre que portan los embriones, que se reprograman en la medida en el cuerpo necesita para completarse, cuando está en estado de formación.
Son como células con superpoderes, que contienen rutinas de programación capaces de seleccionar el programa correspondiente, para transformarse en lo que el cuerpo necesita, pueden ser cualquier organismo, hepatocitos, neuronas, piel, huesos, cartílagos, lo cual encandila la medicina y a nosotros, los posibles pacientes.
Imagine que se podría suplantar cualquier miembro u órganos de su cuerpo, ya no más prótesis.
Imagine que se le caen los dientes y vuelven a crecerle otros nuevos.
Las células iPS, son consideradas pluripotenciales, pueden transformarse en cualquier célula y son la novedad de toda la investigación en las áreas de medicina regenerativa.
El problema actual es que se han encontrado mutaciones indeseadas en estas células reprogramadas,
Las iPS, como buenas imitaciones de las células madres, no tienen el bueno gusto de actuar como ellas, presentan mutaciones indeseadas, y como no hay suficiente tiempo aún en el uso de la técnica, no se conocen todavía sus derivaciones.
De todos modos, no es para desalentarse, la técnica está en investigación y aún hay procesos terapéuticos en las que no han presentado una desconfiguración o alteración genética que indique algo grave como el cáncer, por ejemplo.
Sin embargo, hay suficiente inestabilidad en la reprogramación de las células como para que cause preocupación su aplicación.
La técnica está muy nueva, y queda el camino de descubrir qué causa la desprogramación, para ello, hay que estudiar las mutaciones y las consecuencias de dicha reprogramación, hay un largo camino por delante, el premio es importante: mejorar la calidad de vida de enfermedades que son complicadas de tratar e incluso incurables, estoy pensando en enfermedades como el Alzhéimer, diabetes, la mayoría de los cánceres, y por qué no el simple envejecimiento.
Para los que veían en las iPS el santo grial de la juventud, fue una gran decepción constatar que no es tan fácil.
Habrá que esperar aún, pero yo quiero ser optimista, la gran cantidad de avances médicos en los últimos 100 años, me lo posibilitan.
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