Al momento de salir a cazar los preparativos son muchos, todo cazador profesional debe estar preparado para cualquier tipo de eventualidad, es por eso que en este artículo queremos hablarle sobre las técnicas para armar refugios y fogatas, en el caso de perdernos durante la jornada de caza y estar preparados, física y mentalmente. Cada tanto nos enteramos en portales especializados y foros de caza, noticias de caza con el alerta de que han encontrado a un cazador perdido, y es allí donde nos planteamos ¿qué haríamos en una situación similar? ¿Por qué es importante mantener la calma?
Estas cuestiones son de máxima prioridad, sin importar, el lugar, es decir las fincas de caza, y la modalidad de caza que estemos llevando adelante, ya sea caza mayor, caza menor, aguardo, monterías, etc, etc, estimado amigo montero no hay excusas.
En este artículo queremos darle una serie de recomendaciones para armar un refugio y una fogata:
Refugios y fogatas: Para pasar la noche en una situación de supervivencia usted necesitara dos cosas: un refugio y una fogata.
Busque un refugio bien protegido, aléjese de lugares donde puedan ocurrir deslizamientos de tierra, avalanchas o inundaciones. En países templados un refugio temporal bajo las ramas de un árbol podría ser un buen lugar para esperar que pase una nevada repentina. Excave por la nieve hasta la base del árbol y corte ramas para tapar las aberturas.
Un banco de nieve profunda puede servir como buena cueva para protegerle de los vientos fuertes. Excave del lado a sotavento y haga un espacio lo suficientemente alto y largo para que pueda sentarse y acostarse. Asegúrese de dejar un orificio del tamaño de un plato en el techo para que entre aire. Haga el techo en forma de curva para que el agua escurra por los lados. Trabaje despacio y cuidadosamente para que no se moje ya que esto podría provocar hipotermia.
Un refugio estilo colgadizo es muy sencillo de hacer. Queda abierto a un lado y tiene el techo inclinado por el otro lado hasta el suelo. Si usted tiene una manta o frazada grande en su equipo de supervivencia, enrolle un borde largo en una rama fuerte colocada en forma horizontal, entre las horquillas de dos árboles o un par de ramas horquilladas. Puede utilizarse tierra para sostener abajo y sellar el borde del fondo.
Una cama de ramas de abeto o cedro de ocho pulgadas de espesor le aislara del suelo frio o de la nieve. Cualquier aislante disponible es mejor puesto debajo de usted que sobre usted.
También se puede construir un refugio colgadizo con ramas. Coloque una vara horizontal entre árboles o ramas horquilladas y luego recueste ramas siempre verdes contra la vara con las bases hacia abajo y las puntas hacia arriba para que la lluvia se escurra por los lados. Las ramas con hojas deben colocarse con las puntas hacia abajo y entrelazadas para no dejar pasar la nieve.
Luego limpie un área frente del refugio para hacer la fogata. Si hay nieve, haga una plataforma de madera verde o piedras para la fogata. El hacer una pared de piedras o leños apilados al otro lado de la fogata ayudará a reflejar el calor hacia el interior del refugio. Tenga cuidado de no escoger un lugar bajo un árbol que pueda incendiarse. Evite lugares donde la nieve pueda derretirse o caer sobre la fogata o refugio. La fogata debe ubicarse al lado sotavento del refugio.
Hay por lo menos cinco buenas razones para hacer una fogata:
1. para el calor
2. para secar la ropa
3. para cocinar alimentos
4. como señal de rescate y
5. para la tranquilidad mental
A veces no es fácil hacer una fogata cuando hace frio o la madera esta mojada. Lleve los fósforos en un contenedor impermeable. El estropajo de acero, virutas de madera, velas y cuerdas cubiertas de parafina son algunos de los encendedores de fogatas que se pueden llevar en el estuche de supervivencia. El aserrín empapado de querosene es un buen encendedor de fogatas porque es seguro, a prueba de explosión y durara por años guardado en un recipiente debidamente sellado. El pasto seco, corteza, hojas de pino secas, hojarasca, virutas de madera y ramitas hacen buena yesca.
Una vez encendida, usted debe apilar leña cerca de la fogata para secarla y poder utilizarla después. Las ramas bajas de los arboles a menudo están muertas y secas. Busque madera muerta de arbustos pequeños. Los arboles viejos caídos podrían tener secciones que se pueden arrancar. Hasta la madera húmeda puede partirse para obtener pedazos secos. Encienda la fogata con un fosforo, vela o encendedor de gas butano. Sople suavemente sobre las primeras llamas para encender la yesca. Agregue más combustible despacio para no ahogar la fogata.
Siempre lleve dos métodos seguros para encender una fogata. Recomendamos que practique haciendo fogatas antes de salir de viaje.
La leña debe mantenerse seca. Si el refugio es lo suficientemente grande, apile la leña a un lado. Mantenga la fogata pequeña, tanto para ahorrar combustible como para evitar que se incendie el refugio. |