La caza mayor se caracteriza por el mayor tamaño de las piezas sobre las que se ejerce la acción cinegética y no en general por la forma o modalidad de la cacería. Se ejercita en España sobre una serie de especies como caza de jabalí, el corzo, el ciervo o venado, el gamo, el muflón, la cabra montés y el arrui.
De las numerosas formas de practicar la caza mayor, dos son las más comunes: el rececho: consiste en localizar al animal, perseguirlo procurando no ser visto, efectuar la aproximación final y disparar, y la batida (ó montería) que se practica en grupo, para realizar un trabajo en equipo en la labor de perseguir y acorralar las piezas: por lo general un grupo de estos cazadores permanecen en puestos fijos, a la espera, y otro grupo, llamado batidores, levantan y ahuyentan a los animales hacia los puestos en los que se encuentran los primeros.
La espera, aguardo o caza al acecho como se la conoce, es una modalidad para individuos pacientes, solitarios, particularmente hábiles en el arte de buscar e interpretar rastros.
El apuro a veces nos lleva a realizar las cosas mal, y la caza se caracteriza por procurar mucha calma, es importante saber que con la modalidad de caza a la espera es fundamental visitar el puesto, comedero o paso antes de colocarnos en él y saber que animales están pasando o entrando por nuestros comederos, si están recientes tomados, o son huellas viejas, hacer una espera donde creemos que entran animales, es sencillo y practico si tenemos tiempo.
¿Qué elementos deben acompañar la espera?
Documentación: Permiso de armas, guía de la misma, seguro en vigor, licencia de la zona y permiso de espera deben estar al día.
Armas: A las esperas puedes ir con escopeta o con arco. Las armas deben estar listas y con el visor centrado. Aislar o atenuar cualquier posible roce o ruido con cinta aislante.
También nunca está de más llevar una linterna de bolsillo para la búsqueda de material y para los desplazamientos en la retirada del puesto. Si ver nuestro camino es seguro, más seguro es aún que nos vean para evitar posibles accidentes.
Municiones: Siempre conviene llevar municiones de sobra, cerciórese de su stock para comprar cartuchos de caza a tiempo.
Polvos de talco: Para asegurarnos la dirección oportuna del aire. Muchos utilizan el humo de un cigarro o la leve pluma de un ave en su arma.
Prismáticos: Permiten ver el entorno con precisión y apreciar los detalles antes de que oscurezca.
Otros accesorios que no deben faltar: Cuchillo de monte, bolsas plásticas, cuerdas, junto a un pequeño botiquín con aspirinas, y no olvidar el repelente de mosquitos.
Por último, los más importantes los recursos para todo aguardo son la ilusión y la paciencia. |