Turquía solicita y merece una disculpa oficial proveniente de Israel, por el ataque a la “Flotilla de la Libertad de Gaza”, en mayo 2010.

Nueve personas de origen Turco murieron.

Israel debería valorar que se les solicite solamente una disculpa, cuando en realidad ya cuenta con el repudio internacional.

Dicho barco transportaba ayuda para Gaza.

El ataque no hizo más que reforzar la idea, y ahora exponer en todos los medios de que Gaza es territorio de gueto, custodiado y controlado por Israel, en donde tiene rehenes palestinos.

Esgrimir la seguridad de Israel como motivadora de este tipo de acciones no es excusa para someter de ese modo a toda una región.

El primer ministro israelí, Netanyahu, niega que haya que pedir perdón y haya que resarcir a Turquía por semejante ataque, con lo cual le da el mensaje al mundo que no hay recapacitación ni retroceso oficial frente a la situación.

Me pregunto si no es todo un blanqueo de que las actividades belicistas por parte de Israel ni se han detenido ni se detendrán. Según sus declaraciones, sus soldados sólo se defendieron de un ataque, aunque no se ha comprobado que tal cosa haya sucedido.

Mientras, también hay malestar de parte de Israel (y los suspicaces encuentran en eso una explicación al ataque), por el voto en contra de más sanciones a Irán que Turquía, junto con Brasil emitieron en la ONU.

Muchos se preguntan cuánto perjudica ese conflicto a Turquía por su postulación para ingresar a la Unión Europea (UE) o si no es una maniobra de Israel, para “mostrar” al mundo un conflicto que complica esa situación.

Por otra parte, tal ingreso a la UE es rechazado por los ciudadanos comunes de Turquía por temor a la pérdida de sus tradiciones y estilo de vida.

La juventud de ese país, como la de cualquier otro, se vería sometida a una visión muy diferente y con opciones tan diferentes que es posible que eso pase.

Lo que me pregunto es si no es importante como parte de la evolución del mundo que finalmente comencemos a ver lo extranjero como algo interesante en vez de verlo como algo que invade, o también, como algo que enriquece la economía y la sociedad en general.

Acaso no siempre se afirma que la mezcla de razas es una mejora de la especie, por qué no iba a serlo la mezcla de tradiciones.

Personalmente pienso que sólo se pierde lo que es inútil para evolucionar, cuando dejemos de lado, como especie que lo “nuestro”, son las tradiciones en vez del ser humano, tal vez avancemos al próximo paso en donde los límites entre los países sean menos importantes que las vidas humanas.