Muchos buenos escritores, no lo recibieron, no voy a caer en el tema Borges, porque es remanido y ya no es posible, para qué llorar. Pero hay declaraciones que se sienten como las del zorro cuando ve las uvas verdes, porque no las puede alcanzar.
Así parecen las palabras de Varga Llosa cuando dice que no obtener el Nobel es una “distinción”, ya que grandes escritores no la han recibido, se siente acompañado, dice.
El caso es que también está acompañado con los cientos de miles, mediocres, que tampoco.
Cuando se habla del tema, se menciona generalmente a Borges, Tolstoi, Proust, Borges de nuevo; quiero decir que no son tantos ni comparables.
Que haya conseguido nombrar 3 excepciones, no implica que él esté en ese panteón.
A mi me gusta como escritor, reconozco haber disfrutado mucho la “Fiesta del Chivo”, “La casa verde” y otras obras, pero tengo entendido que, si bien puede haber errores, ese premio se da por la trayectoria del autor, además de su arte.
Analicemos a Vargas Llosa, su actuación en materia política es sumamente cuestionada, no se caracteriza por democrático precisamente, ha apoyado personajes extraños muy relacionados con actos más bien de derechas, con fuertes opiniones de igual dirección y nada consutanciado con la realidad por su país, ni ideológicamente ni materialmente.
De Borges mismo, se dice que perdió el galardón por un mero detalle parecido, el haber visitado a Chile en ocasión de un premio que le otorgó el gobierno de la dictadura, estando Pinochet en el poder y el haber dicho nefastas palabras, en un discurso poco feliz: “Yo declaro preferir la espada, la clara espada a la furtiva dinamita […] Mi país está emergiendo de la ciénaga, creo con felicidad […]. Ya estamos saliendo, por obra de las espadas, precisamente. Y aquí ya han emergido de esa ciénaga. Y aquí tenemos: Chile esa región, esa patria, que es a la vez una larga patria y una honrosa espada”, dijo el escritor.
En la que se supone un apoyo al dictador que nunca se le perdonó, aunque luego sus caritativos biógrafos hayan difundido la idea que semejante desatinado discurso fue irónico.
Ir a un país tomado, para hacer un discurso irónico, es la cosa menos creíble que se ha dicho de Borges.
El discurso fue largamente debatido y continúa, hasta el día de hoy. Lo cierto es que ese discurso fue usado por Pinochet, para propaganda exhaustiva como un atenuante de sus crímenes, es obvio que se considera a Borges un cómplice de ello.
Por un solo gesto como ese Borges se perdió el Nobel.
En ocasión de ser entrevistado, dijo una frase, a la periodista, que se parece bastante, en escénica, a la de Vargas Llosa: : “No se preocupe, se trata de una situación que lejos de molestarme, me divierte. Me apena sí por los argentinos, que la siente como si fuera que han perdido un importante partido de fútbol”.
Otra vez, se lee como la del zorro cuando no alcanza las uvas, porque los que lo conocían cuentan que todas las veces que otorgaban el premio se ponía muy ansioso, y un biógrafo escribió como sus palabras: “Si me lo dan sería inmerecido, pero yo quiero que me lo den”.
Si recorremos el camino de Vargas Llosa, encontraremos varios detalles, en Borges aún queda la duda de si fue ingenuo o inconsciente, pero hay una duda, en Vargas Llosa, hay certezas.
No hay evidencias que este escritor haya aportado algún beneficio a la humanidad, la definición de crítica literaria, que lo da por buen escritor, no basta.
Eso implica ascendencia sobre la opinión pública, referentes políticos.
Yo siempre he tenido la impresión que la pobre actuación de Vargas Llosa en su país, como candidato “comprometido”, a presidente del Perú, ha sido un “antecedente cuidadosamente preparado”, para reunir las condiciones necesarias para el Nobel.
Pero todo ese gesto no le ha servido de mucho hasta ahora, porque los jurados actuales se definen más por la obra, el merecimiento literario, que por la actuación, y hay muchos nombres.
Vargas Llosa ya se ha pronunciado en declaraciones en las que indica que se han dejado de lado los “merecimientos personales”, lo cual indica que él considera que los tiene, continuando con su línea de autogestión.
Pero sus desaciertos fueron más notables que toda esa premeditación, llamar a Evo Morales “ardilla trepadora” o burlarse de su peinado tipo “fraile campanero”, no es de lo más respetuoso con su país, porque después de todo es el presidente de su país, representa a una mayoría que lo votó; luego está su desacertado apoyo a la invasión a Irak por parte de los Estados unidos y Gran Bretaña, con la mera justificación de que está bien para derrocar a Sadam Hussein, justificando la ocupación de ese país.
Su actuación no fue mejor cuando perdió las elecciones a presidente de Perú, culpando al pueblo que no lo votó, en vez de revisar su alineamiento político de derechas, afín al neoliberalismo y al capitalismo salvaje, contrario al sentir de su pueblo, política más bien de opresión al pueblo.
No fue más adecuada su actuación, cuando se produjo el golpe de estado de Fujimori, y dedicó un discurso exigiendo un bloqueo económico contra Perú.
Lo que en Borges fue un desacierto que no se puede considerar ideológico, en Varga Llosa es recursivo y fiel a sus convicciones.
Por supuesto, tuvo que llamar la atención cuando apoyó el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, cuando todos esperaban el rechazo; sin embargo, algunos, vemos un patrón claro, una “carrera” de acciones para sumar para el cargo que más le interesa: el premio Nobel.
Hay gente que impulsa al candidato, como una suerte de premio a la literatura peruana y a sus grandes componentes como Arguedas, Scorza, Vallejo, pero la realidad es que el candidato no es muy idóneo para lograrlo.
Si algo ha caracterizado a la Academias Sueca es en prestar más atención a los candidatos en sus referentes humanitarios, y si el propio Vargas Llosa se “siente” idóneo es que está un poco engañado en cuanto a lo que demuestran sus acciones en el campo político o tan siquiera en sus aptitudes humanitarias que se notan demasiado precisamente por su ausencia.
Es un buen escritor, eso nadie lo puede negar, pero como referente humanitario, ya bastante hicieron con darle el Nobel de la Paz a Obama como para cometer otro grave error.
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