Aunque no se pueda creer, hay muchos que no están convencidos que el asunto del mal llamado calentamiento global sea real.
Mal llamado, porque la palabra hace creer que el planeta completo va a calentarse, y no es así, sino que el calentamiento irregular hará que unas partes se congelen más que lo actual y otras se calienten más que ahora, lo real es que el clima va a cambiar y eso causará muchos problemas a las especies, incluyendo a los humanos.
El climagate se inició cuando se colgaron en la Internet 10 años de correos internos de una universidad en Londres, que se dedica al tema del clima.
Uno de esos mails especialmente contenía una declaración muy perturbadora, era la admisión por parte del director del Centro de Investigación del Clima de haber manipulado los datos de evolución del clima que se publicaban en la revisa Nature, añadiendo valores irreales en la información de los últimos 20 años.
Mientras parecía que el clima disminuía, él manipulaba la serie para que pareciera que subía.
Los miles de mails, imaginen: 10 años, daban cuenta de graves transgresiones en las publicaciones de valores para apoyar la tesis del calentamiento global, usando para ello infraestructura gubernamental.
Hay mucho por decir de este tema, pues hubo idas y venidas entre funcionarios, datos que se solicitaban y se negaban o se daban falsos, pedidos de datos para contrastar con otros gobiernos, como China, y así, puntos oscuros que históricamente son difíciles de desentrañar, sobre todo cuando los mails revelan lo poco confiables que eran.
Esta situación le ha dado aire a los escépticos respecto a la situación del clima y ahora hay muchos puntos a favor para negar acciones, por parte de los gobiernos, al respecto del tema.
El tema de los temporales y climas irregulares no ha demostrado tener suficiente importancia en el movimiento de las economías, por lo que esos hechos se consideran puntuales y no se tienen en cuenta a la hora de plantear la validez de las predicciones sobre los cambios ambientales.
No se sabe en qué terminará esta polémica, nadie admite que los mails sean reales, mientras que sí hay miles de científicos en el mundo que apoyan los resultados.
Por ahora el mayor apoyo a la realidad de los datos es que si se toman los datos de las estaciones Chinas, los resultados se ven apoyados, de manera que eso causa una vacilación y la revista Nature, basada en ello, no vio motivos para rectificar sus publicaciones con lo cual expone un apoyo claro.
Todos los servicios de clima y los científicos climatólogos del mundo, confirman el cambio del clima y respaldan los resultados publicados.
Lo que no se entiende es por qué los escépticos deciden apoyar medidas que ponen en riesgo esas opiniones que aunque haya algún que otro científico inescrupuloso, sigue siendo existiendo un alerta basado en palabras y estudios válidos.
El retroceso en los glaciales y el deshielo del ártico son reales, los animales disminuyen en número rápidamente, la migración de especies se está volviendo un problema ya que la mayoría “vuelve” a un lugar posiblemente inexistente, lo que genera un encadenamiento de desastres, que por ahora son aislados, pero que parece que serán importantes en no dentro de mucho.
Se habla de entre 10 y 20 años, se comenzará a sufrir las consecuencias.
En definitiva, la sensación que tengo es que es una ruleta rusa, los gobiernos dejarán que pase los 20 años “para ver que pasa” sin percibir que para entonces será tarde.
El problema no se circunscribe a “dejar pasar”, sino a que los gobiernos dejarán de lado las pocas políticas de prevención, como dejar de usar combustible fósiles, que beneficiarían a las generaciones futuras, pero a un costo que esta generación tiene que asumir.
Con el calentamiento iniciado las políticas de reversión serán tarde para aplicarlas, ya no habrá vuelta atrás.
Y todo esto pasa mientras Obama, el premio novel de la paz, se dedica a vender armas.
|