Es ingenuo pensar que las crisis de países en otros continentes no nos afectan.
Que Argentina está lejos de todo es un pensamiento anacrónico que no tiene ya sostén en la era de la globalización.
Mientras en algunos negocios, como los inmobiliarios, se vende la idea de que somos un paraíso inmobiliario, en la realidad habrá que ajustarse el cinturón en todas las direcciones.
Ya hay señales perturbadoras, la Comisión Europea decidió recortar la ayuda a 19 países considerados emergentes, Argentina, Venezuela, Colombia, Brasil entre los considerados pobres.
No extrañaría la inclusión de China, entre la denominación emergente, rigurosamente un país se define como emergente cuando está en vías de desarrollo pero también a los de desarrollo reciente.
China es un país paradigmático, no solo por una cultura diferente, sino por su situación habitacional.
Un país con tanta gente ofrece garantías comerciales y sobre todo es una tentación para cualquier negocio, de manera que no se puede decir que sea un destino que se desprecie para nuevas inversiones, sin embargo todas las ventajas presentan su lado contrario.
La compleja política de China ha decantado en un sistema extraño en referencia a la distribución de la población, las trabas en la natalidad y la relación de desigualdad entre los derechos de hombres y mujeres ha determinado un sesgo en el sexo.
Las parejas prefieren hombres antes que mujeres y como no se pueden tener hijos numerosos o es complicado, las parejas pueden elegir el sexo del futuro hijo.
Esto ha hecho que haya mucho más variaciones que mujeres, ya que son los hombres lo que garantizan el sustento familiar.
Paradójicamente la situación provoca que el perspectiva se estime una sobrepoblación masculina para los próximos años, lo cual provocará dificultades a la hora de encontrar esposa.
En China, no hay cultura de retrasar el casamiento o de evitarlo, sino por el contrario, los chinos ven la prole como el futuro sustento y atención de la familia, por ello, en muchos casos, el casamiento es un arreglo comercial y de conveniencias.
El desnivel entre sexos, provocaría problemas sociales y comportamiento violento en la población.
Desde 1950 que China promulga el mensaje “más gente, más fuerza”, no se ha cambiado demasiado la idea de que lo importante es la prole, con ello en la actualidad cuenta con una población de 1300 millones de habitantes, lo que lo hace el país más “fuerte”, en ese sentido.
Pero la realidad planetaria ha cambiado.
Mientras Argentina es un país emergente por los malos manejos sociales, económicos, por idiosincrasia o lo que sea, China lo es por cantidad de gente.
Paradójicamente, mientras la moral en Argentina declara el aborto como un delito, en China es alentado por el gobierno implementando políticas que sólo autorizan a un hijo por familia y penalizando las transgresiones a esa ley.
Debido al desbalance de sexos, el gobierno chino ha dado alguna señal en dirección a corregir el problema premiando las familias que tengan dos niñas. Con este método china prefiere prevenir el problema de la falta de mujeres en el futuro.
Prospectiva se llama a la ciencia que hace una predicción basados en tendencias de hechos actuales.
Mientras, en Argentina, estamos resistiendo, sin ninguna acción que coloque alguna red debajo de la población: control de la compra de dólares, retiro de los subsidios a servicios, suba en los impuestos y ahora, para rematarla: retiro del apoyo Europeo.