Cada región geográfica parece diseñada a propósito de características que los definen. La diferenciación entre “países emergentes” a países del primer mundo se asocia prácticamente a un modo de ver la vida, como si la geografía determinara más que el clima, a las personas.
La actual crisis del primer mundo está abocadas al apuntalamiento económico en Latinoamérica se conjura el malestar económico con el arte, con la cultura, con un deseo férreo de darle importancia a otro tipo de consumo: el arte.
Mientras, hay países que parecen híbridos, y que gracias a ello pueden conjugar la industria cultural con la artística y mantener sus circuitos intelectuales ajenos a las políticas económicas del estado como México, y en alguna medida en España, específicamente Barcelona.
Lo que parece indicar que Dios se ocupó de todas las opciones: países cuya agenda no puede dejar de moverse basado en la economía, local e internacional; y países con ambiciones intelectuales en donde es la cultura la que desborda como modo vida.
La gente práctica indica que sin lo económico la cultura no se mueve, en los países llamados emergentes es un pensamiento que se deja para los analistas de los procesos globales, mientras se dedican a encontrarle la vuelta a la vida con una visión artística que resiste todos los avances de la lógica capitalista.
Después de todo el arte, se consume, ambas visiones son consumistas, también la cultura es un “bien”, y son el alma que mueve el pájaro que le canta al mundo.
¿Será casualidad que esta visión de la vida, la del arte o la economía se distribuya en países emergentes y países del primer mundo?
Tengo un amigo que me dice siempre que nosotros los latinoamericanos nos dedicamos al arte para no tener que pensar en nuestro estado de país del tercer mundo, lo que no logro es que me exprese si eso es bueno o es malo.
Según yo, Dios nos ha beneficiado, a los latinoamericanos, me refiero, porque parece cada vez más claro que el arte ofrece más satisfacciones que el dinero, y eso sólo lo puede afirmar alguien que disfruta de ambos mundos: del dinero y del arte, y este asunto me lo tiene confirmado las cantidades de sumas que disponen los millonarios para la adquisición de obras de arte, las cuales, fueron realizadas por quienes realmente disfrutaron de hacerlas.
Qué tema este: ¿de qué lado se prefiere estar?,¿ del que puede comprar el arte y disfrutar de las transacciones exitosas al sumar valor a su patrimonio?, o del que creó a obra.
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