En la ciudad española de Zaragoza, la falta de examinadores afecta a más de 1000 aspirantes a conductores. A finales de diciembre, los centros de formación sacaron decenas de vehículos en manifestación como método de protesta. En Barcelona, en el último año se ha producido tal cantidad de bajas por jubilación, que las autoescuelas han visto reducido drásticamente – de 5 a 1- el número de exámenes que pueden llevar a cabo al mes. La plantilla de examinadores en esta ciudad ha pasado de 70 a 55 y, aunque está prevista la incorporación de 4 profesionales en las próximas fechas, según denuncia María Olivera, presidenta de la Federación de Autoescuelas de Barcelona, “será imposible recuperar una cadencia normal de exámenes”. A esta demanda también se suman las autoescuelas en Gijón.
La Confederación Nacional de Autoescuelas de España (CNAE) ha instado reiteradas veces a la DGT a que implemente las soluciones oportunas para encauzar el problema y acelere el programa de formación de nuevos examinadores entre funcionarios de otros departamentos de la Administración. Autoescuelas en Oviedo
El presidente de la Confederación, José Miguel Báez, ha sugerido varias medidas como así lo hizo el de los desguaces en Asturias. Entre ellas, la ampliación suficiente e inmediata de la plantilla de examinadores, que se permita a los funcionarios hacer horas extraordinarias o que se recurra a la iniciativa privada al objeto de reforzar el examen allí donde hay retrasos en las pruebas. Carrocerías en Asturias
En opinión de Báez "es inadmisible que se perjudique a miles de aspirantes a conductor y se ponga en riesgo la sostenibilidad de un sector –el de las autoescuelas- fundamental para la economía del país". Desguaces de vehículos en Asturias
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