Utópico, soñador, fumado. Así suele tildarse a John Lennon apenas se escucha el tema Imagine, el que describe a "toda la gente viviendo en paz". Sí, utópico, soñador, fumado, pero sano. Un estudio irlandés comprobó que la gente que siente aversión por la desigualdad, que imagina al hombre "compartiendo el mundo", como imploraba John, tiene una respuesta cerebral sana.
El Instituto de Tecnología de California (Caltech) y el Trinity Collage de Dublín llegaron a la conclusión a partir de un estudio realizado por resonancia magnética. Publicado en la revista Nature, el informe explica que, cada vez que una persona rica vería cómo se le ofrecía comida a un pobre, generaba una actividad neuronal en algunas zonas del cerebro representantes de la satisfacción.
Los investigadores, encabezados por John O'Doherty, determinaron que la actividad cerebral generada por los ricos en esas situaciones se correspondía con un sentimiento de preocupación por la desigualdad, "lo que prueba que los seres humanos sentimos preferencia por la igualdad y aversión por la desigualdad", indicó a la agencia EFE el profesor O'Doherty, del Caltech.
O'Doherty explica esta reacción del cerebro por el hecho de que la igualdad mejora la convivencia de un grupo de personas o comunidad, algo que beneficia a todos frente a la opción de vivir en soledad.
Aunque el estudio no se centró en descifrar con detalle las diferencias individuales entre los seres humanos, sino en lo que sus respuestas cerebrales desvelan, el investigador considera que "la tendencia a mostrar aversión por la desigualdad variaría según los individuos, igual que varían otros rasgos".
Según algunos científicos, cierto tipo de personas con trastornos de la personalidad, como los sociópatas, podría tener algún tipo de disfunción en regiones del cerebro, por lo que "quizás no mostrarían las mismas respuestas que la gente sana en un experimento como este". |