Tal vez para mi consulta sería mejor dirigirme a la psicóloga, pero hasta que el Botánico no me encamine, prefiero no achacarle al árbol trastornos psicológicos. Entre otras cosas, porque no sé dónde tiene esa planta la cabeza.
Ocurre, mi querido amigo, que en mi jardincito urbano se yergue desde hace tiempo una lagistremia (bueno, a mi me dijeron que el árbol se llama así, y que es "una", femenina, por definición jardineril) que llegó de pequeña, pero ha ido creciendo como corresponde, alcanzando en la actualidad una altura que podemos estimar en unos seis metros.
Yo diría que está linda, pero bueno, mi juicio puede estar influenciado por el cariño.
Bien, para principios de año, como es su costumbre, floreció a lo pavote. Tiene unas flores chiquitas, color púrpura, pero se agrupan como en ramos, de tal manera que el efecto final es maravilloso.
Realmente vale la pena mirarla cuando está en eso. Como encendida, viste. Bueno, anduvo así un tiempo, hasta que empezó a dejar caer esas flores, que debo decir, cuando están en el suelo, medio se transforman en una pesadilla, porque son muchas, si bien quedan relindas encima del verde del pastito. Eso sí, no las pises, porque las llevás puestas seguro hasta la primera alfombra que te encuentres. A las alfombras les encantan, se apoderan de ellas para adornarse (se sabe que las alfombras son coquetas por naturaleza) pero las amas de casa se fastidian con cosas así.
En un par de semanas, había quedado resuelta en verde, la lagistremia, y apenas una que otra florcita caída se disolvía lentamente en el piso. Bueno, no había comenzado aún la segunda quincena de febrero, es decir, ahora, cuando la loca esa floreció toda de nuevo...
No estoy seguro de que haya hecho tal cosa en años anteriores. Me refiero a semejante ataque sexual sucesivo. Tal vez porque no presté atención, la verdad, no sé, pero me sorprende semejante convicción para la floración repetitiva.
Me pregunto si me ha tocado en suerte una lagistremia multiorgásmica, lo que no me preocupa para nada, como no sea para festejar, pero de todas maneras, tu opinión siempre experta, tu sabio consejo, sé que me sacará las dudas que tengo al respecto.
Porque la miro, y me gusta, la admiro, pero un poquito me preocupa pensar si no se habrá vuelto obsesiva con eso de producir flores dale que dale ¿Y si se cansa, se debilita, se neurotiza, en fin, si corre algún peligro?
¿Tendrás algo para explicarme que me tranquilice?
Como siempre, gracias por anticipado.
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