La Comunidad Valenciana ha sufrido un fuerte retroceso en su crecimiento económico en los cinco años que España lleva de crisis, retroceso superior al resto de comunidades autonómicas. Esta virulenta evolución económica del último lustro es atribuida, en gran parte, a la caída del sector inmobiliario y de la construcción, que eran sectores en los que la Comunidad Valenciana había basado gran parte de su crecimiento económico y la generación de empleo.
La caída de estos sectores ha tenido graves consecuencias sobre la destrucción de los puestos de trabajo y el crecimiento de la tasa de paro por encima del 28% en 2013, un porcentaje superior a la media nacional. Además, el hundimiento del sector de la construcción ha producido efectos negativos en la renta per cápita media de los valencianos, que se situó por debajo de la media nacional en el año 2013.
La recesión económica de la Comunidad Valenciana se ha visto agudizada, además de por los factores anteriores, por el alto grado de endeudamiento de las empresas, los hogares y también de las administraciones públicas. Por otro lado, las dificultades de financiación junto con la subida de impuestos han sido otras de las circunstancias que han agravado el hundimiento de la economía valenciana.
Así mismo, la desaceleración de la exportaciones como consecuencia de la disminución del comercio de la Unión Europea ha supuesto un deterioro de su posición en los mercados que en absoluto ha beneficiado al sector económico de la región valenciana.
Las proyecciones económicas de la Comunidad Valenciana estiman que la actividad económica empezará a crecer levemente durante el ya iniciado 2014. Se espera que este año la demanda interna presente un mejor comportamiento, del mismo modo que ocurrirá con el sector exterior, que se prevé siga siendo el pilar fundamental para mantener el crecimiento económico de la región. |