Ya me preguntaron varias veces si tengo una iPad, y la pregunta que deben hacerme es por qué no la tendré tampoco.
Todos leen o escuchan sobre las ventajas del aparatejo, según yo, sobredimensionado, y diré por qué, tal vez le sirva de algo a los que dudan o tiene poca información sobre el tema.
Un iPad NO ES una notebook, ni un netbook, ni una PC, no tiene prestaciones de esos dispositivos, a saber: no tienen WORD, el Word es un programa de Microsoft, el iPad tiene aplicaciones de Apple, no son compatibles, se “copian” entre ellos, pero no son lo mismo.
Si sos un escritor, o empresario que ya perdió valioso tiempo aprendiendo a usar un procesador de texto, no te ilusiones, para el iPad perderás el mismo tiempo o más, ya que la aplicación de procesador de texto, ni siquiera es de la propia empresa Apple, sino de las empresas de software satélite que toda gran empresa tiene, que se ocupa del desarrollo de aplicaciones.
Yo, no quiero perder tiempo en eso.
Luego, TAMPOCO se puede usar planilla de cálculo, por la misma razón, esos son programas de Microsoft, Apple, se dedica el diseño, no genera o tiende a no generar aplicaciones de programación o para empresas, y si lo hiciera no creo que le fuera bien, lejos de la experiencia de Microsoft.
El tema del teclado en la pantalla es incómodo, sin nombrar que es antihigiénico, pero, imaginen leer en un dispositivo que muestra encima de lo que se lee, huellas digitales, mías y de los que dicen: mirá qué lindo, y acarician la pantalla.
Y no tengo ganas de andar con pañuelos descartables para limpiar la pantalla, aunque hay un remedio más caro: venden un teclado alternativo, pero, para mí, para usar “teclado alternativo”, mejor una netbook que tiene Windows y ninguno de los problemas del iPad.
Lo más extraño: está anunciado y seguirá así: con el iPad no se pueden navegar TODOS los sitios, aquellos que tienen flash, quedan afuera, para mí, sencillamente queda descartado solamente por este hecho, no porque no pueda vivir sin ver sitios en Flash, sino porque me parece insólito que un dispositivo “decida” lo que voy a ver o no en las Webs. Y este es en definitiva el punto más importante, sobre todo porque muchísimas revistas literarias están diseñadas en Flash, y mi acceso a Internet de debe más a leer ese tipo de material.
Otra carencia importante: no tiene cámara, aunque dicen que la incorporarán, seguramente el asunto viene por el lado del precio.
El precio actual es prohibitivo para el bolsillo común, no quiero imaginar lo que subirá con una cámara y USB. Ya que aunque tiene un procesador texto propio de Apple (nada que ver con Word), la única manera de disponer del material escrito para imprimirlo es enviárselo a una misma mediante el mail. Pasar cierto material por desconocidos servidores no es algo que me parezca sensato, mejor las netbook que tienen USB para ello y mantiene la información confidencial.
Es un lindo tamaño y un lindo dispositivo, para cuando contemple las prestaciones de una netbook, por lo menos, y sin problemas con restricciones en la navegación.
Por ahora, las netbook, sobre todo las nuevas con 10 hs de autonomía, me parecen la mejor solución para el sufrido escritor e incluso para el práctico empresario.
Lo único que le reconozco al iPAd, es el peso, (sería bueno que las netbook fueran menos pesadas) y el hecho de que su función real no solo es la navegación cómoda en Internet (no es cómoda para el envío de mails), sino por la posibilidad de e-books, la lectura de libros digitales, pero es poca ganancia frente a los aspectos negativos del iPad.
El iPad es como un vestido lujoso, te sirve en contadas ocasiones, que serán pocas, y en todo caso, hay que esperar, ya tendrá que aparecer una nueva generación de tablet.
Yo, por lo pronto, no tendré una iPad, ni ahora, ni cuando tenga cámara y USB, esperaré por un dispositivo que me satisfaga mejor, algo que se parezca a una netbook, en prestaciones, y en el peso de las iPad.
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