Cada vez es más necesario prestar atención a los detalles en la construcción de contenidos. Google se ha vuelto perfeccionista y los algoritmos semánticos hasta nos enseñan la forma correcta de construir consultas.
Es curioso que mientras las redes sociales, desde el antiguo IRC, ICQ, Messenger y chats actuales, principalmente Facebook y Twitter nos estimulan para deformar el lenguaje e incluso utilizar emoticones para expresarnos, Google nos conmina y nos enseña la correcta forma de escribir, la construcción gramatical, el uso de acentos y correcta ortografía. Además de ello, prestar tención a los detalles, informarnos pero no copiar o plagiar, en suma, Google nos está enseñando a ser responsables con los contenidos y con la correcta forma de expresarse. Y ello, para todos los idiomas de todos los países. Poco aprecian el esfuerzo, es cada vez más complejo generar contenidos interesantes y la atención de los usuarios es cada vez más volátil.
Por su parte, la era de la imagen también es de gran impacto en los usuarios, y eso es precisamente lo que Google quiere captar, por lo tanto, menos complejo en el tratamiento, expresarnos con imágenes es una tendencia que ha puesto a prueba todos los sistemas de interpretación de imágenes.
En Facebook se conformaron con interpretación de rostros, y es bastante preciso, pero el SEO posicionamiento necesita más que eso, necesitar expresarse en término de clasificación diferente a la “textual” interpretación de la imagen, cuando en una foto aparece una mesa con comida, no significa que se vende alimentos, capaz tiene que ver con decoración, con muebles, con fechas especiales; en otras palabras, la imagen, como el video, aún son recursos que tienen que vigilar personas para producir un efecto importante en el sistema de clasificación para el posicionamiento en buscadores, y en la actualidad, la prioridad es la vigilancia en tiempo real, que con el volumen creciente de datos por clasificar, sólo puede hacerse con procesos y mejorar los procesos con técnicas de tratamiento de datos masivos.
Una forma de vencer las estrategias negativas para el posicionamiento en buscadores es mejorar los sistemas de automatización en la clasificación de contenidos y Google suma, año a año nuevas aplicaciones que lo ayudan en el proceso.
El Penguin en una aplicación que va por su cuarta versión y desde hace al menos 4 años está ocupado en analizar la duplicación de contenidos y la sobre marcación de contenidos respecto a palabras clave o contenidos de baja calidad. No es poca cosas, ya que son análisis que por una parte depende de la comparación entre millones de sitios y por otra en análisis semántico, dos actividades que requieren de muchos recursos en procesamiento de datos y mucho volumen de almacenamiento; si una persona tiene que dedicarse a la clasificación, lo hará por partes, en un orden, necesitará espacios para parcializar subgrupos en forma secuencial, primero una cosa, luego la otra y así; teniendo en cuenta sólo eso, los algoritmos de clasificación lo hacen simultáneamente en tiempos con ceros decimales inconcebibles.
En otras palabras, la especialización que ha alcanzado Google, nos coloca en la posición de especializarnos también en su modalidad para proveerle contenidos que sorteen con soltura las propuestas negativas y sume las positivas.
En ese objetivo, lo único que siempre ha sostenido Google y mantiene a pesar de las especializaciones de sus aplicaciones de apoyo, es la información real, informativa y apuntada a organizar la ayuda interna de cada sitio con el objetivo de facilitarle las cosas a los robots, mientras más sencillo encuentre Google de clasificar el propósito de un sitio, más fácil resultará la clasificación y el posicionamiento; Google premia el sitio que no le complica las cosas y lo ayuda fácilmente.
Es por eso que hay que apoyar esa clasificación siguiendo las indicaciones de Google.
Entre las novedades que ha declarado para el año entrante está el Latent Semantic Indexing, un proceso que tendrá en cuenta los recursos retóricos, esto es, sabrá comprender sinónimos, metáforas, giros idiomáticos; lo que aportará lo que parece invisible y siempre ha aportado: estímulo en la correcta escritura, la gramática cuidada.
A veces Google parece más eficaz que la escolaridad en estas acciones ya que el éxito de un sitio o de un negocio virtual, depende de la correcta expresión y de su calidad en contenidos, expresión e información.
Las exigencias de Google no son otra cosa que la expresión de las búsquedas de los usuarios, no es sólo que nos orienta en cómo buscar, sino que en el proceso aprendemos a expresarnos.
Un día Microsoft nos sembró la idea de que una palabra o frases en azul subrayado es un vínculo, instruyó a millones de personas a comprender esa "señal", hasta que comenzamos a usarla al revés, si querés que alguien "entienda" un vínculo usás eso que Microsoft se tomó el trabajo de establecer y simplemente ponés algo en azul, subrayado y todos creerán que es un vínculo aunque quizás no lo sea.
Del mismo modo Google nos instruye en aspectos más interesantes: la corrección ortográfica y semántica, así como en las ideas originales, la escritura correcta, todos factores útiles para el posicionamiento web, acción indispensable para el éxito de un negocio virtual. Google es más eficaz en eso que la escuela en la actualidad. Mientras las redes sociales deforman el lenguaje, cuando entrás al mundo adulto de la competencia, la corrección en expresarte por escrito gana la batalla.
Al final Google es un maestro increíble y la tecnología va orientándose hacia ese objetivo. Los nuevos procesos de clasificación de información de Google pondrá en juego nuestra destreza con el lenguaje para expresarnos y el impacto que cause en el lector especializado dentro de cada rubro de temas, productos, servicios.
