Una de las situaciones más complejas a la hora de generar estrategias, porque no son técnicas, como el caso del diseño del sitio, el lenguaje, la distribución, las palabras clave, es el contenido en sí mismo.
Hay muchos mitos sobre los que se debe o no hacer, y en todos los niveles. Por ejemplo, como parte del contenido, tener en cuenta el nombre del dominio, o el título en el sitio, u otros aspectos que son invisible para el usuario común; esos elementos han sufrido de todo tipo de abusos, por ello, los algoritmos de Google han ido mutando para darle paso a otro tipo de contenido, uno que mejor no manipular.
En ese sentido, el trabajo que se tomaron los especialistas en manipulación o explotación del lenguaje de programación para dirigir la atención de los buscadores están en estado de defunción.
Google ha mutado junto con sus usuario, sigue siendo el buscador hegemónico porque su paso acompaña los procesos de ofrecer vínculos bajo pedidos y consultas acordes a la “interpretación” que viene de la mano de las tendencias y porque presta atención a los trucos para manipular sus resultados.
El control más complejo es el de la duplicación de contenidos. Hay que ver la cantidad de usuarios que se dedican a subir el mismo contenido en todos los medios que le presten un recurso para hacerlo.
Un trabajo que en tiempo es caro, perder el tiempo con la copia de contenidos en diferentes medios es una de las prácticas más utilizadas, es costosa y no tiene ningún impacto.
Google ha aprendido a detectar las copias y tomará como original a la publicación de fecha primera, la más antigua, a todas las otras las ignorará.
Hasta hace poco, también tenía en cuenta estándares de lenguaje, no es que un lenguaje fuera mejor que otro o tuviera más oportunidad, sino que cada lenguaje provee de algún recurso que Google supo aprovechar, como por ejemplo el atributo alt que proveen las imágenes, como una manera de comprender qué contenido la imagen, que ha dejado de ser un indicado en la medida que la técnica de reconocimiento de imágenes va evolucionando. El reconocimiento de imágenes se nota en aplicaciones como Facebook, en donde propone la etiquetación, que por ahora es de personas, pero que bien puede aplicarse a productos; ya no es necesario que se indique con el atributo alt de qué trata la imagen, aunque es buen recurso, todos saben que es difícil de sostener, como todo lo que requiere de una administrador con conocimiento de la importancia de señalar el contenido del alt.
Los recursos humanos evolucionan en direcciones tan disímiles que el diseño de un sitio desde el punto de vista del posicionamiento en buscadores es caro para el dueño del sitio; un SEO posicionamiento tiene conocimiento de lenguajes, de herramientas, de contenidos, de tendencias, de administración de redes sociales y de todo tipo de truco para mejorar la imagen del sitio frente al Google.
Ser elegido por Google entre los vínculos preferenciales, las 3 primeras páginas de respuesta ante una consulta, es asunto de estrategias, y de conocimiento integradores para los que el diseño del sitio es un aspecto complementario, ni es único, ni el más importante.
Los contenidos han demostrado sortear el tiempo, las circunstancias, los cambios de algoritmos, y los vaivenes de las modas e incorporación de nuevas aplicaciones como los fueron el advenimiento de las redes sociales.
Un buen diseño de sitios está preparado para las contingencias de cambio, pero en cualquier caso está preparado para la más importante: los cambios en las políticas de búsquedas y adecuación de contenidos para permanecer en la carrera de la visibilidad en los buscadores, que no es otra cosa que mostrarse el vínculo el sitio ante consultas de los usuarios cuando el sitio satisface esa consulta.
Algunos contenido, sin desarrollo ni sentido, logran ingresos a los sitios, contienen trucos o promesas o estrategias de atracción que no tienen que ver con el interés del usuario o con sus intenciones, este tipo de contenido tiene declarada su defunción, y con ello arrastra la credibilidad del sitio y su carrera hacia el éxito del posicionamiento.
En todos los casos, esta clase de accesos a sitios mediante trucos, Google los tiene bien detectados, el que no los detecta son los ingenuos dueños de sitios que comenten el error de no comprender qué clase de servicios contrata.
El primer paso es verificar que la persona que contratas tiene éxito en el proyecto, por una parte, sin pagar a Google para ello, que son esos vínculos que se muestran con el cartel amarillo que dice “anuncios”, esos pagar a Google por ese espacio, es un sistema complejo, pero como se paga por clics de los usuarios, el vínculo desaparece cuando se ha cubierto el cupo del día.
Cuando hablamos de posicionamiento refiere al orgánico o natural, el vínculo que aparece sin pagarle a Google, entre los diez primeros de cualquier búsqueda, porque aparecerán siempre, no dependen de la cantidad de clics, se verá siempre que el usuario coloque las palabras clave que el sitio ya investigó y para las cuales desarrollo un contenido interesante que el Google tendrá en cuenta.
Muchos contenidos antiguos morirán con los cambios de los algoritmos de Google, pero siempre que sean informativos para el usuario y respeten las políticas de Google de no duplicación, de originalidad, de información, persistirán y sirven aunque el tiempo pase.