Ese número, 2.0, refiere a la Net, este espacio virtual en el que confluyen criterios híbridos en la comprensión de la comunicación, y sobre todo en las diferentes formas de expresar los intereses de los participantes.
Apenas sorteamos la perplejidad de esta libertad aparente que es la propuesta Igooh, como si fuera un laboratorio de comportamientos, tendencias, modelos de participación, mientras convivimos con el proyecto Web 2.0, que no es otra cosa que un cambio social, que ya aparece Web 3.0.
Las palabras “cambio social”, es de cuño de los que decidieron emprender esa propuesta que es Web 2.0, pero que en el análisis suspicaz significa de accesos restringido para cierta elite de navegantes de la Net, basados en nociones de disfraz social, sustentada en la idea del movimiento de los usuarios entre propuestas que bien conocemos porque formamos parte de ella: redes sociales, los blogs, los wikis, las folcsonmías, éstos últimos redes sociales también basados en el aporte y colaboración de los usuario sin conocimiento de lenguajes formales como el html, aportando a un mismo tema, sin jerarquías ni hipervínculos, que apunta a un público que desea insertarse en grupos y compartir o aportar, lugares como Flirckr, que admite fotos, como del.icio.us que admite el ingreso de vínculos votados por los participantes, flof, especie de portal temático, Things, sitios para ingresar deseos.
Todos espacios con intención de promover la colaboración y el intercambio de información entre usuarios, en donde se desdibuja la idea del usuario como cliente.
La Web 2.0, es joven, se la bautizó apenas en el 2004, y la intención explicita de los sitios Web 2.0 es actuar más como puntos de encuentro, la solapada, es analizarnos como consumidores.
Ya tenemos bastante muestrario de lo que la diversidad de opiniones, educación, extracción política, social, económica provoca en un pequeño grupo heterogéneo en el que la mera idea de haber sido usados como elementos constitutivos de un experimento que presentado como proyecto social, es en realidad un proyecto comercial, como cualquier otro, que ya tendremos que acostumbrarnos al advenimiento de la Web 3.0.
La Web 3.0, o Web Semántica, es una propuesta que se presenta como la evolución natural de la Web 2.0, aunque conlleva un movimiento en su definición un poco más complejo, porque supone un cambio tecnológico, aunque aun es prematuro para decidir la incidencia en el bolsillo de tal propuesta, se conoce al menos cuales son las intenciones aparentes.
Se supone que Web 3.0, estará organizada a dar respuestas más rápidas y sencilla de información a los usuarios, ambición que conjuga con el nombre de red semántica, que obviamente refiere a obtener soluciones mediante una enorme infraestructura que no sólo tendrá en cuenta lo que buscamos, sino particularidades del sujeto que busca, para encontrar esa respuesta.
Eso es al menos la teoría, que obviamente parece fácil de decir, pero que en la realidad, supone la confluencia de tecnologías e ingeniería de procesos e información bastante pulidas, y lo más importante: información, pero no sólo la enciclopédica, que de esa ya se ocupan la wiki, encarta, RAE y otros, sino nosotros: usted, yo.
No el hombre en general, sino cada uno de nosotros en particular, y es entonces ahí cuando Web 2.0, muestra su verdadera cara; somos sujetos de análisis de información, nos han evaluado, somos un elemento dentro del modelo social propuesto por Web 2.0, porque hemos sido objetos de estudio, nuestros gustos, comportamientos, reacciones, de manera que somos parte de un modelo diseccionado de datos en el que el contexto en el cual interactuamos forma parte.
En Web 3.0, cuando solicitemos una búsqueda, el sentido dentro del cual deseamos la respuesta será interpretado y resuelto en base al análisis como sujetos individuales que somos, lo cual implica la necesaria clasificación de nuestros deseos dentro del molde de un conjunto de datos organizados no sólo en palabras, sino en descripciones, en puntos de vista, en direcciones determinadas.
Parece ciencia ficción, estamos hablando de algoritmos que nos conocerán mejor que nuestras parejas, o que nuestros mejores amigos o familiares.
Si como estamos actualmente nos bombardean con propuestas que no nos interesan y que descartamos sin siquiera mirar, imaginen un bombardeo parecido, pero con propuestas que sí nos atraerían.
Qué hace falta para ello, algo un poco complicado: que los sitios actuales se modifiquen para sumarse al formato necesario, lo que a muchos les parece difícil de lograr, pero que particularmente veo sencillo; uno de los aspectos que establecen un éxito sostenido es cambiar el sitio cada cierto tiempo, de manera que seguramente para sumarse a cualquier propuesta que involucre crecimiento económico, así como actualmente las empresas han tenido que rever la importancia de la redes sociales en el éxito de los sitios, tendrán que sumarse, casi obligatoriamente, a la redefinición de actividades que seguramente este nuevo paradigma de red propone.
Los profesionales SEO posicionamiento (Search Engine Optimization) y SEM (Search engine marketing) tendrán que ir preparando nuevas estrategias.