En Argentina, los usuarios se muestran reacios a realizar transacciones en Internet, pero lentamente, hay indicios que se animan cada vez más.
Una de las actividades que comenzó a movilizar esa tendencia son los sitios de remates, en donde las transacciones mediante Internet son más comunes.
La oferta de transacciones se ha ampliado a niveles insospechados, compras de todo tipo, bancarias, tickets de espectáculos, hasta los rubros de usados presentan sitios en los que se pueden realizar compras y realizar pagos mediante empresas que se dedican a gestionar las formas de pago.
La Web 2.0, ayuda, no sólo en la oferta de productos como medio propagandístico, sino por el acceso a comentarios por parte de los usuarios de la idoneidad de los sitios, de la experiencia como consumidor, y de este modo se perfila como un medio para establecer confianza.
En Web 2.0, los internautas comparten consejos, direcciones, intereses, y sobre todo utilizan tiempo compartiendo espacio con personas de cualquier parte del mundo, en cualquier tema.
Las Pymes, están viendo el proyecto Web 2.0, como un medio, no como un entretenimiento, de manera que la presencia de marketing en Internet no sólo se da en el espacio comprado para ese fin, el banner de propaganda, sino en los temas de notas, comentarios y artículos.
Sin embargo, aún se encuentra en reserva el tema del análisis de costo en referencia a esa estrategia.
Tener presencia en las redes sociales implica una serie de condiciones: encontrar una persona que sepa redactar, que tenga conocimiento de los medios virtuales, que sea proactivo, constante, que sepa detectar oportunidades de negocio, que comprenda y sepa llevar a cabo las técnicas de posicionamiento en buscadores, es decir, los comentarios, notas o artículos tienen que escribirse de terminada manera y no de otra, por lo tanto el conocimiento sobre lo que premia o penalizan los buscadores es importante, y sobre todo, que sea aceptado por la comunidad en la actúa, sin este último factor, sus recomendaciones serán menos efectivas.
La buena onda vende, no sólo el sexo, parece ser la consigna.
Hay estudios que indican que el 60 % confía en los comentarios de amigos o internautas con los cuales comparte espacio en las redes sociales, número asombroso si se compara con el 15 % que confía en la publicidad en los mismos medios.
Aunque son medios gratuitos y sencillos de utilizar la persona a cargo debe ser creativo, tener habilidades sociales especiales, saber llegar a la gente, inteligencia suficiente para escribir del tema que quiere colocar y saber contener las situaciones adversas que se dan, que son muchas y variadas, como las técnicas de LinkBaiting.
El asunto es: cuánto cuesta una persona con esas características y en dónde se encuentra.
En principio el lugar son las mismas redes sociales, lo cual presenta una paradoja, un empresario que busca una persona de estas características no es un experto en las redes sociales, por eso busca, de manera que el acceso a ese tipo de perfil sigue siendo los medios tradicionales, agencias de empleos, tablones de empleo.
El puesto se da en llamar Blogger, porque hace referencia al medio original en donde este perfil se desarrollaba: los blogs.
Hoy con el advenimiento de las Web 2.0, redes participativas o redes sociales se amplía el radio de acción, y por lo tanto se amplía también el perfil de acceso del Blogger.
Junto con el desarrollo de estrategias en Web 2.0, se da la necesidad de tener presencia en Internet, lo cual plantea la situación invertida, antes se requería tener un sitio y desde ese lugar tratar de vender o de aparecer en buscadores; ahora, se puede iniciar la venta desde las redes sociales, señalando la atención sobre un negocio a la calle, sólo para descubrir que esa táctica se vería potenciada con un sitio en la Internet, sino, es posible que sea infructuosa.
En suma, un e-comerce, no se establece con un sitio en la Internet, sino que es sólo el comienzo, y seguramente el costo del sitio es mínimo en relación a las actividades necesarias que tendrá que contemplarse a la hora de difundir el producto o el servicio.
Algunos creen que con solo colocar el sitio la tarea está cumplida, y es en realidad, solo el momento que comienza.
Entonces para diseñar una estrategia de negocios generando un sitio, hay que incluir también las actividades de difusión, las de posicionamiento y las de marketing.
Por ello es mejor que empresario se informe sobre cual es el costo real que implica la elección del uso de la plataforma Web 2.0, pues puede resultar más caro que lo que produzca o al menos infructuoso.