En el artículo publicado en este mismo medio, Oximorón con crema Chantilly, se planteó un interesante intercambio entre contertulios respecto al posmodernismo, participando de esa conversación establecí una especie de conexión, entre algunas de las expresiones del posmodernismo y algunas actividades que actualmente se difunden y gozan de gran popularidad entre los seguidores.
Se acusa un poco al movimiento del posmodernismo de hacer apología de la desconexión de los discursos lógicos o reinantes, como un aspecto negativo de la comunicación escrita.
En mi opinión, en realidad, tanto los movimientos como los medios de expresión que se adhieren a ellos, como la literatura, no hacen mas que revelar la intromisión de la época en la que surgen, integrando tendencias y rompiendo las barreras de la resistencia de los que tempranamente detectan un cambio en lo social o artístico y resuelven resistirlo por considerarlo negativo.
Personalmente, mi naturaleza es más bien de contemplación y curiosidad antes que de resistencia, y en este caso quiero comentar un producto casi completamente con características posmodernistas, pronta a irrumpir y que ya cosecha adeptos masivos.
Me refiero a la práctica de Twitter, o Twittear, como más familiarmente la refieren.
En breves palabras Twittear refiere al uso de un servicios denominado microbloggin, que se usa como red social, tal como los blogs, pero con restricciones de espacio, sólo admite unos pocos caracteres en los mensajes, 140 espacios, más exactamente, y lo más asombroso, el mensaje es la respuesta a un pregunta única: ¿qué estas haciendo?
Es decir, estamos hablando de una forma de comunicación, y un servicio completo para ello, que tiene como objetivo responder a una sola pregunta.
El que recibe el mensaje, tweets, no tiene que pensar en nada, ni elaborar nada, sabe antes de recibir el mensaje cuál es la pregunta.
Los medios de transmisión son SMS, vía teléfono celular, o programas especializados como Twitterrific, Facebook, Twinkle.
El origen del nombre refiere a su traducción: gorjear, como indicador de la característica del contenido del mensaje: corto y en respuesta a una única pregunta.
La pregunta que queda abierta es: por qué en la era de la comunicación, aquellas prácticas que la acotan dan tanto resultado.
Por qué en un momento en donde la expresión oral, literaria, artística cuenta con los medios de difusión más interesantes en la historia de las comunicaciones, comunicaciones personales y múltiples, como sitios, blogs, redes sociales, mails, prolifera la reducción de espacios, de deflación, en la era de la explosión de la información.
Lo que parece claro es que el uso de la tecnología, si bien promueve la comunicación, el intercambio, la ruptura de fronteras y todo lo que promete tales actividades como la penetración cultural, el desarrollo ocupacional, el desarrollo artístico, medios de expresión a los cuales el posmodernismo adhiere, por otra parte inhibe el desarrollo de la comunicación escrita, el desarrollo de ideas y el deseo de ampliar las preguntas que han sido por siempre el motor del conocimiento y desarrollo cultural del mundo, todo para verse reducido a una sola pregunta: ¿qué estas haciendo?
Si bien, me caracterizo por adherir a todo artilugio tecnológico que promueva el conocimiento, debo reconocer que frente al servicios de Twitter, y por primera vez me he estado preguntando qué nuevo concepto social, o económico o político va a provocar esta nueva práctica, que intervenga en el crecimiento de la curiosidad, que por siempre ha sido la usina, la sustancia de manufactura que nos ha llevado hasta la luna.
Recordemos que es la palabra la que nos ha evolucionado de monos a humanos, y es la palabra escrita la que nos ha traído al siglo XXI.
Qué clase de lectores está “criando” esa nueva tecnología. Uno de los aspectos que asustan de la tecnología es que el laboratorio experimental ocurre online, nos ocurre a nosotros y todo lo que pase es tarde para remediarlo, ya ocurrió.
Estaré a la expectativa sobre qué nos depara el campo experimental de las micro-comunicaciones, en los próximos años.