El título hace referencia a “nube flotante”, nube, utilizado como metáfora de Internet, el concepto se basa en una nueva estrategia corporativa de ofrecimiento de servicios en Internet, estos servicios son accesibles únicamente desde Internet y apunta a un usuario que no va a requerir capacitación, ni conocimientos especiales para acceder a ellos.
Este servicio se ofrece pensando en usuarios comunes, es decir, no hay necesidad de ser experto para acceder a ellos.
La computación en nube es un concepto que significa el uso de servicios de software. Hasta ahora, la navegación se basa en un paseo por vínculos de sitios, como en un gigantesco catálogo, la computación en nube, refiere al acceso de software mediante Internet, un ejemplo de ellos es Web 2.0 y aplicaciones de negocios.
La principal actividad de los que difunden esta nueva forma de oferta de servicios es lograr la idea en los usuarios que estos servicios brindan prestaciones confiables y seguras.
En otras palabras, el concepto implica administrar cuestiones de negocios en servidores ajenos, bajo la promesa de confidencialidad, a cambio de obtener el servicio de programas específicos.
Actualmente hay operaciones que se parecen a ese concepto como las bancarias, que cuentan con poca adhesión, sobre todo debido a recientes declaraciones de Microsoft admitiendo que no puede garantizar la seguridad de su navegador, siendo que es el más usado en el mundo, me pregunto cómo tienen pensado solventar el problema de la confianza.
Por otra parte, el lema: confidencialidad asegurada, no parece real, frente a la abrumadora invasión en nuestros mails de todo tipo de información que no solicitamos, siendo que esa promesa se encuentra en todos los lugares al que nos vemos obligados a registrar nuestros mails, por razones diversas.
El tener sistemas alojados en servidores que no son propios, implica que los datos también se encuentran alojados en servidores que no son propios.
Por ahora, para las empresas, los datos y las cifras, no sólo de clientes, sino de toda la operatoria de una unidad de negocio constituyen su capital, no imagino cuan grande debe ser la oferta del servicio para que una compañía ceda en ese aspecto.
Sin embargo se está logrando, según yo, mediante estrategias de una muy estudiada oferta primaria, que va prendiendo como práctica habitual en la población virtual y preparando a los usuarios para lo que se vendrá.
Los que defienden esta iniciativa argumentan que de todos modos una empresa está sostenida por una serie de especialistas, informáticos en su mayoría, que las coloca en una posición precaria frente al fraude informático, la computación en nube propone cambiar la situación colocando en manos de empresas especialistas en desarrollo de tecnologías esa confianza, ofreciendo a cambio, soluciones al problema de la seguridad, puesto que esas compañías invierten en tecnología de cifrado, ingeniería de procesos y actualización tecnológica, que de otra manera se vuelve inaccesible.
Es difícil creer que una compañía acompañe en tiempo real el control de tantos factores a combinar, cuando se ha demostrado que no se logra controlar el spam por mail, sin embargo grandes compañías está actualmente invirtiendo en estas propuestas que ya cuenta con aplicaciones en proceso de introducción y prefactibilidad de mercado.
Ejemplo de una de estas aplicaciones es el programa de Google de afiliación de libros, que consiste en entregar a Google el libro; Google se encarga de mostrarlo y ofrecerlo en el buscadores en cuanto aparece la palabra clave con que usted registra el libro y lo ofrece a la venta, además de permitir leerlo gratis, de esa manera establece una especie de sociedad con el autor o editorial de edición del libro, mientras el material del libros está a disposición del Google y en sus servidores.
Otros servicios del estilo son el Picassa, donde el usuario puede almacenar sus fotos en servidores externos y administrarlas mediante una aplicación que ofrece el sitio, otras son pequeñas aplicaciones en celulares que actualizan los datos del Facebook.
En otras palabras, con poco ruido, pero gran éxito, nos van creando necesidades a las que adherimos sin demasiada reflexión y que constituyen estrategias de instalación en el mercado de una práctica que ya se está sembrando como frecuente: la administración de datos mediante aplicaciones externas ofrecidas por empresas y que con la carátula de novedosas e inofensivas, casi familiares, tienen la intención de introducir en la rutina diaria la necesidad de ir por más.
Qué reciben a cambio las empresas: información. Nuestros gustos, intereses, y todo lo que involucre un posible movimiento económico; nunca la sociedad de usuarios virtuales estuvo más dispuesta y deseosa de ofrecer esa información para que otros se vayan ocupando de crear lo que sea que se les ocurra para complacernos el día de mañana, en algo que nosotros ni sabíamos que queríamos pero que seguro vamos a pensar que necesitamos.
Para cuando nos lo estén ofreciendo será el momento en que habrá dado resultado toda esta oferta de “confort” informático.
Sirva como anecdota la experiencia de un amigo al que tentaron con el uso del software de una agenda, no recuerdo cuál era la prestación que lo hizo anotarse; la experiencia fue que luego de la prometida confidencialidad, comenzó a llegarnos a todos los que estábamos en esa agenda una invitación compulsiva, molesta y abusiva para usar el mismo medio, de los cual nos quejamos todos. Nos llevó mucho tiempo comprender cómo bajarse de dicha aplicación operación complicada hasta para alguien que comprende los artilugios de ese tipo.
Actualmente, subsiste la situación, completamente descontrolada y aumentada, con la misma aplicación, pero con origen atomizado, desde diferentes mails, decenas, amigos y desconocidos, así de descontrolada es la propagación de esa aplicación, por más que se insiste en ignorarla, indefectiblemente aparecen esos mails.
Una vez que se ingresa al mecanismo de alguna de estas nubes flotantes, no parece haber manera de zafar de ellas, desafortunadamente. En cuanto el mercado de sature de prestaciones de dudosa confidencialidad me pregunto todavía cual es el costo real de tanta voracidad de información, habrá que abrir el paraguas que se viene una lluvia peor que el spam.
Mientras tanto, hay efectos colaterales interesantes para reflexionar, las actividades de los buscadores como servicio para encontrar información, tendrá que afinar sus procedimientos, entre tanto disturbio de propuestas, los SEO posicionamiento se están preparando para lo que se viene, hay una búsqueda incesante de ideas innovadoras y efectivas para enfrentar este nuevo desafío.
En suma, lo que plantea este servicio es que la información en vez de encontrarse en discos duros o Cds, se encontraría en servidores, medios un poco más seguros en cuanto a pérdida de datos, aunque el aspecto de seguridad de la información no parece estar muy claro.
Veremos cómo se combinan esta modalidad de servicio con las actividades de los buscadores que justamente intentan individualizar la información y relacionarla de otro modo, los SEO posicionamiento tendrán que afinar las estrategias para enfrentar esa propuesta de centralización de información.