Debe ser difícil verse expulsado del mercado del que se fue líder indiscutido, y sobre todo teniendo una amplia experiencia que no se sabe dónde colocar.
Microsoft está sufriendo exactamente de lo mismo que ellos crearon: a los pocos años, la tecnología vuelve obsoletas a las personas, en este caso a la empresa.
Microsoft parece observar con la ñata contra el vidrio cómo Google avanza sobre su campo, a pasos agigantados, lo que hasta el momento era de su casi exclusivo tema: el software.
Me parece que Microsoft se durmió, fue un error de cálculo sostenerse con tantos productos y pensar que los usuarios reconocerían eso y subestimó el afán de novedad con que la gente se volcó masivamente al mercado de tablets.
Como persona que usa diversos productos para desarrollo, sin duda que apoyo a Microsoft, porque me ofrece herramientas que en algunos casos ni existen en otros productos como Apple (ya comenté por qué no compraría un Ipad), así como de Google, porque su producto Android, sistema operativo con que se lanzó al mercado, tampoco cuenta con desarrollos interesantes, no podría realizar la combinación de software que tenga en cuenta bases de datos, planillas de cálculo, Word, Analisys Service, Data Minings, Data Warehousing y otros que son propios de Microsoft; el error de cálculo fue que el público masivo no le importan esos productos, no los entienden, ni siquiera saben para qué sirven.
Sumado al prejuicio de los famosos “errores” y sus “eternas actualizaciones” ha generado en el imaginario que Microsoft es una empresa poco seria, como si el cometer errores no fuera más bien natural que extraordinario.
La tecnología es tan compleja que no existe la posibilidad de crear cosas sin errores, y menos en los tiempos en que son necesarios productos nuevos para cubrir un mercado cada vez más exigente y además para que económicamente sea conveniente, porque no hay que olvidar que si bien la tecnología es útil, el propósito de las empresas es de negocios.
Personalmente estoy preocupada de ver cómo el mercado avanza al juego de Google, estuve incluso en uno de esos eventos en los que esa empresa, en una impresionante inversión que incluye almuerzos, meriendas y trucos publicitarios divertidos, ofrece WorkShops de desarrollo, gratuitos, para su producto Android en las universidades, para convocar a los jóvenes, bajo la política de “regalar” conocimiento, formación, incluyendo “juguetes”, y tener a su disposición desarrolladores gratuitos, además del entorno de desarrollo.
Digamos que Google llevó más allá la idea de Microsoft con la “venta” de lo “gratuito”, incluyendo en el proceso “caricias” en el formato de regalos, comidas, etc.
Google se atrevió a meter con ello las manos en el plato del león, Microsoft le responde de la misma manera: se mete con los contenidos publicitarios de Google que son el principal ingreso de esa compañía, y ha procedido a denunciar a Google, como hizo en una ocasión anterior, por abuso de confianza en el cobro de publicidad en sus anuncios de referidos.
Según Microsoft, Google le cobraba por publicidad en su producto Windows Live, indicando que Google manipulaba los resultados para cobrar publicidad a Microsoft en exceso.
Esta acción parece una revancha, pero, cuando los grandes se pelean entre sí, los daños los sufren los usuarios.
En realidad, Google tiene, parece muchas actividades que son incomprobables, según la empresa, ellos ayudan, pero los usuarios de sus anuncios de referidos, cada vez tienen más preguntas que respuestas.
Tengo clientes que se quejan de no tener un retorno acorde al monto que le exige Google. Quien haya probado pagar publicidad en Google, con su servicio ADWord, sabe que Google siempre está enviando mails sobre la cantidad de clics que te perdés si no pagas x monto, y ese x monto es siempre superior, y por supuesto, los clics que compraste en muchos casos no dan ningún resultado, pero la respuesta de ellos es siempre: pagar más.
Conozco también quienes por razones comerciales, estiman que les conviene aceptar las sugerencias de Google al respecto, sólo para comprobar que el resultado sigue siendo el mismo, el límite ahora se corrió más allá y nuevamente se está comercialmente en el mismo lugar, pero ahora es mismo lugar es más caro.
Lo contrario también parece válido, hay clientes que me indican que son muy exitosos con sus campañas y que sin ellas no subsistirían.
Personalmente creo que todo depende del producto de que se trate, de la habilidad para generar las campañas y un toque de suerte, sustancia incomprobable, pero que al tener nombre, debe existir, aunque muchos desestiman.
Lo que sí es que Google nuevamente tendrá que dar pruebas y explicaciones sobre el asunto ante la corte, enfrentada a Microsoft.
Yo pienso que prácticamente no escucharemos mucho más de este tema, y que se va a terminara “arreglando” tras bastidores como se arreglan esos asuntos entre gigante: con dinero.
Nosotros, los pequeños usuarios somos los verdaderos afectados, pues no tenemos muchos elementos para comprobar la mentada transparencia de Google para ofrecernos de verdad información útil, como suelen sostener.
Colateralmente hay otras cuestiones que tampoco están demasiado claras, como el hecho de cuál es la intervención de los productos AdWord en el posicionamiento en Google; la empresa se ha cansado de contestar repetidas veces que sus productos comerciales no intervienen en el posicionamiento, ni tienen injerencia, sin embargo, son cada vez más los clientes que se quejan de haber estado posicionados y perder ese espacio en cuanto se anotaron en ese producto. Y ni qué decir de los malabares a los que no someten a los diseñadores web con la cantidad de normas con la consiguiente pérdida de tiempo permanentemente en actualizarnos para más y más normas que Google impone para lograr presencia en internet.
También se escucha decir que se sostienen gracias estar en el servicio, pero en cuanto bajan la campaña, desaparecen.
Nunca se puede saber exactamente qué pasa, porque el argumento se explica en sí mismo: se paga campaña, hacen clics, te posiciona. No se paga campaña, no hay clics, perdés posición.
La cuestión es: son las reglas del juego, pero ¿son así de transparentes y directas en sus efectos?
Hace unos años, los chinos, no estuvieron de acuerdo y pudieron demostrar lo contrario, manipulación de resultados. Fue un caso muy sonado, y le costó probablemente un negocio muy jugoso a Google, ya que ante la amenaza de retirarse del mercado chino, éstos aceptaron, sin que se les moviera un pelo.
A veces no hay que emitir amenazas sin estimar el resultado.
Yo quisiera un sistema que beneficie a todos, como parece ser la idea de Google, y ese beneficio, es comercial, de manera que implicaría ceder un poco por parte de Google con sus normas, a veces inviables, y afloje con el capitalismo salvaje.
Aunque claro, pedir que Google “ceda”, es seguramente para beneficiar a otros, la cuestión es: por qué debería hacerlo, después de todo Microsoft fue el maestro, y Google el excelente alumno en prácticas poco claras a la hora de generar negocios.
Pero como usuario de ambas, no puedo negar que me he beneficiado y a veces perdido con ambas empresas, pero en todo caso, he crecido con una profesión que se la debo a ambas empresas, sería muy triste que por acumulación de cuestiones comerciales, dos empresas que en definitiva ofrecen excelentes servicios se vieran perjudicadas por no ponerse de acuerdo, y por lo tanto los más perjudicados fuéramos los usuarios.