La acidez es un síntoma no una dolencia en sí misma que se produce cuando la secreción de ácido clorhídrico propio de los jugos gástricos del estómago es particularmente elevado y ha irritado el esófago. A esa irritación se debe, precisamente, la sensación de ardor, quemazón y dolor que suele sentir quien la padece en su estómago y garganta.
Generalmente, las recomendaciones para evitar esta desagradable manifestación del sistema digestivo van desde evitar el estrés hasta modificar los hábitos alimentarios. Dos cuestiones que, aunque parezcan disímiles, están estrechamente relacionadas.
Así, se aconseja comer en forma tranquila y masticar debidamente los alimentos, lo que implica necesariamente hacerse de un tiempo suficiente para cada una de las seis comidas que, como mínimo, se ingerirán en el día. Eso si: nada de excesos y dejar de lado los condimentos picantes, el cigarrillo, el alcohol, las bebidas con cafeína, las gaseosas y las grasas.
Otro punto a tener en cuenta es la temperatura de los alimentos al momento de consumirlos, porque tanto el frío como el calor extremos irritan la mucosa gástrica. Por eso, lo mejor es dejarlos reposar y que se templen.
La carne demasiado cocida tampoco es recomendable, y si se prepara a la parrilla es mejor quitarle la costra tostada que suele quedar. Las de ave, al igual que el pescado, son más fácilmente digeribles que las rojas y, por lo tanto, permanecen menos tiempo en el estómago. Las frutas y verduras, en tanto, deben comerse peladas y sin semillas, y deben evitarse las frituras.
En cuanto a los dulces, pueden ser consumidos pero no en exceso. Del mismo modo, la leche no debe eliminarse de la dieta, pero si administrase en cantidades reducidas debido a que estimula la secreción de ácido gástrico.
A modo de tratamiento "casero", se puede recurrir a tomar un vaso de agua fría ante la primera manifestación de acidez que acuse el cuerpo. Sin embargo, cuando la molestia deja de ser esporádica y se torna frecuente, el síntoma puede deberse a una irritación permanente de la mucosa gástrica o bien a una úlcera de estómago o duodeno, y se debe recurrir a un tratamiento para mitigar las dolencias y evitar males mayores.
Nexium Genérico (Esomeprazole) permite combatir el dolor y las molestias que produce la acidez, los de la gastritis y las úlceras, debido a que funciona como inhibidor de los bombeadores de protón que reduce el exceso de ácido acumulado en el estómago. Se administra en forma oral, con un tratamiento que puede variar entre las cuatro y las ocho semanas.
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