Es lo que predice el científico Ray Kurzweil, que viviremos 200 años, o más. Este señor, consultado y probablemente financiado por corporaciones como Microsoft, Google, Nasa, afirma que podemos extender la vida humana.
Cuando leo estas afirmación no dejo de estremecerme, porque en el fondo, siempre significa que unos cuantos, “ellos”, tendrán acceso a estas posibilidades.
En un planeta donde es difícil llegar a la edad de la jubilación que ya sos descartable, qué haremos con más de 100 años.
Ya a la mitad, a los 50, estamos más gastados que escalón de subte, que encima tendremos que sostener 150 años más.
Así y todo, la idea fue recibida con alborozo.
Claro, algunos dirán que para esas corporaciones, con todo ese poderío político y económico es fácil sentir alegría, cuando se tiene todo, perpetuarse no es mala noticia.
En palabras del científico, la misión es: “Reunir, educar e inspirar a los líderes para entender y desarrollar avances exponenciales para hacer frente a los grandes desafíos de la humanidad“.
Ahora, según yo, entre esos grandes desafíos, es llegar a fin de mes, primero, después cómo sobreviviré o traspasaré la jubilación, ¿no es contradictorio con la “misión” esa?
Sé que parece prosaica mi preocupación, frente al hambre del mundo, la enfermadad, la guerra, pero todos esos eventos, ¿se imaginan durando el doble?
Luego está la sobrepoblación, y los recursos, estamos agotando el planeta, para quién quedará vivir 200 años a este paso, incluyendo calentamiento global o la detención del núcleo magnético de la tierra, cuya especulación es que se acabará con ello la electricidad.
Para salvaguardar estos “pequeños” escollos, el científico dice, creo que cubriédose, que además la evolución de la extensión de la vida viene acompañada con una conveniente superiteligencia, cosa que se dice desde que se sabe que tenemos más neuronas de las que usamos.
Aunque aún no aparece alguna evidencia de que eso nos sirviera para regenerar el planeta, sino más bien para lo contrario, para destruirlo.
Esa gente, me pregunto, sino no tiene algún secreto guardado de a qué planeta mudarse cuando este esté hecho un carbón.
|